¿Fin a la ropa en el desierto? Productores e importadores deberán asegurar su reciclaje y trazar su destino final

Chile alberga en su desierto el vertedero de ropa en desuso más grande de Sudamérica, y quienes trabajan reciclando y reutilizando esta ropa han llamado por años a implementar normativas para ponerle un freno a esta situación y asignar responsabilidades para que la ropa no termine en la basura.

Ahora, uno de estos pedidos se responde con la entrada de los textiles en la ley REP, que establece la responsabilidad extendida del productor, obligando a quienes ingresan ropa al mercado a tomar medidas para que esta sea reparada, reutilizada y reciclada, y que no termine en la basura.

Según explican desde el Ministerio de Medio Ambiente, el ingreso de los textiles a esta ley marca un primer paso, y comienza un trabajo donde se creará un comité con distintos actores del sector público y privado y la sociedad civil, para crear el decreto que establecerá metas de reciclaje y medidas específicas para los textiles.

Pero lo que es seguro es que, tanto los productores que manufacturan ropa en Chile como las zonas francas, multitiendas y otras marcas que importan ropa de afuera y la ingresan al mercado, deberán tomar medidas en el futuro cercano para asegurar la trazabilidad de esta ropa y que esta sea reutilizada y reciclada antes de terminar en un vertedero.

¿Qué medidas se podrían tomar?

Lay ley REP ya se está implementando en el país para otros materiales como los envases y embalajes, que representan gran parte de los residuos domiciliarios como latas, cajas de cartón y botellas de plástico.

Los productores o importadores de estos productos han tenido que asociarse a través de acuerdos de producción limpia y contratar a empresas que entreguen el servicio de recolección y reciclaje de estos residuos.

Similares medidas se podrían tomar para el caso de los residuos textiles, obligando no solo a los productores sino también a actores públicos como las municipalidades y a las personas consumidoras, para que separen estos residuos en sus casas y los depositen en un lugar o los entreguen a un camión que los retire para su reciclaje.

Esta normativa seguramente traerá trabajo para quienes se dedican a reparar textiles para su reutilización, y quienes procesan el material para convertirlo en otro producto. Por ejemplo, en el país ya hay empresas que fabrican paneles de aislación térmica con textiles en desuso, o quienes procesan los desechos textiles para crear hilos que se pueden usar en la producción de nuevas prendas.

La inclusión de los textiles en la ley REP es un paso para enfrentar la crisis de acumulación de ropa en desuso que ocurre en Chile tanto en vertederos regulares como en el desierto, pero no es el único paso.

El gobierno está trabajando en una estrategia de economía circular para textiles, para que la legislación nacional distinga entre ropa y residuos, poniendo límites a la importación de ropa usada, donde los paquetes que llegan a las zonas francas contienen en su interior ropa pero también muchos residuos textiles que se descartan casi al llegar al país, según han descrito especialistas de organizaciones que trabajan en la temática.

Uno de los desafíos principales para la implementación de esta normativa, es un problema que enfrenta el mundo entero por la dificultad de reciclar los textiles, ya que se trata de fibras que mezclan distintas materialidades y muchas de ellas incluyen plástico, por lo que son cada vez más difíciles de procesar y reciclar.