Entre los más de 700 relaves mineros que existen en Chile, decenas se ubican al lado de ciudades y viviendas. Muchos de ellos están abandonados y otros no tienen recubrimiento hacia el suelo, por lo que los contaminantes se filtran al agua subterránea.

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Además del constante goteo de contaminantes nocivos para la salud como el cobre o el arsénico, los relaves representan un riesgo en caso de terremotos, y ya existen en el país antecedentes de personas que fallecieron sepultadas por el derrumbe de un tranque de relaves.

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Buscando medidas para afrontar la problemática, las ministras de Medio Ambiente y Minería anunciaron la pasada semana algunos cambios normativos: una nueva norma de suelos que ponga límite a los contaminantes que afectan la tierra, y un observatorio de relaves, como organismo que le haga seguimiento a la temática.

Límite a la contaminación

“Chile tiene una cantidad importante de normas que regulan la contaminación en el aire y en el agua, pero aún ninguna que le ponga límites y sanciones a la contaminación de los suelos”, recuerda la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, en un seminario sobre relaves en Atacama.

Para esto, en abril de 2023 su cartera comenzó a elaborar una norma primaria de calidad del suelo. Para el proceso se han solicitado antecedentes a ex ministros, a autoridades, academia y sociedad civil, y a fines de marzo se conformó un Comité Operativo a cargo de elaborar la legislación.

Una norma de este tipo permitiría establecer el límite máximo para cada contaminante que una actividad productiva emite al suelo, y cursar multas y otras sanciones para quienes traspasen ese límite.

Observatorio de relaves

La ministra de Minería Aurora Williams anunció por su parte que en julio comenzará el proceso de participación ciudadana y consulta pública para cambiar el decreto que regula el diseño, construcción, operación y cierre de depósitos de relave. El objetivo del proceso es recopilar observaciones de quienes viven cerca de relaves, para mejorar aspectos del reglamento.

En este marco, la autoridad también aseguró que se está trabajando para conformar un observatorio de relaves que unifique toda la información sobre esta materia. El gobernador de Atacama, Manuel Vargas, celebró la iniciativa y manifestó la intención de aportar financiamiento. También propuso que la región de Atacama, la segunda del país con más relaves por cabeza, sea sede de este observatorio.

Los anuncios se dieron en el marco de un seminario convocado por la diputada Daniella Cicardini, quien recordó que hoy no hay un banco de datos unificado sobre los pacientes de la región que padecen enfermedades causadas por los contaminantes, como el cáncer.