El proyecto de Ley de Turberas ha generado controversia en Chiloé, donde diversas organizaciones han expresado su preocupación por sus posibles repercusiones en el ecosistema local.

Si bien el Gobierno ha destacado la importancia de la legislación como un avance en la protección ambiental, las voces desde la isla sugieren que la medida no aborda adecuadamente las particularidades de la región, especialmente en lo que respecta a la extracción del musgo pompón.

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A finales de enero, grupos ambientales, sociales y productores locales solicitaron al Presidente Gabriel Boric un veto presidencial para evitar que el proyecto de ley permita la extracción de este musgo, vital para el equilibrio hídrico en Chiloé.

Sin embargo, la respuesta del Gobierno señaló que la regulación propuesta representa un avance en la protección de las turberas, aunque no abordó específicamente la preocupación sobre el musgo pompón.

Desde las organizaciones locales, la preocupación se centra en el riesgo que representa para la disponibilidad de agua en la isla, especialmente en un contexto de escasez hídrica y emergencia agrícola.

Cuestionan la capacidad de la ley para regular de manera efectiva la extracción del musgo, así como la falta de financiamiento para su implementación y fiscalización.

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El debate continúa entre la necesidad de proteger el ecosistema y los recursos naturales de Chiloé y la viabilidad económica de las actividades extractivas.

Mientras tanto, la comunidad local espera que se aborden adecuadamente sus preocupaciones en futuras instancias legislativas para garantizar la sostenibilidad ambiental y el bienestar de la población.

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