Se vaticina que este verano que comienza será uno de los más calurosos en la zona central del país. Uno de los impactos no directos que produce el calor extremo es favorecer que proliferen microorganismos patógenos en los alimentos.

Esto aumenta el riesgo de padecer enfermedades transmitidas por los alimentos (ETA) que se han convertido en un problema emergente de salud pública en Chile.

Según datos del sistema de vigilancia de Chile, se han notificado hasta la fecha alrededor de 973 brotes de ETA anualmente, que se asocian sobre todo a platos preparados, pescados o mariscos. Los síntomas más comunes de las ETA son vómitos, dolor abdominal, diarrea y fiebre que pueden durar algunos días.

Las investigadoras de la Universidad de Chile, Ninoska Cordero y Angélica Reyes explican que los microorganismos proliferan en temperaturas entre los 20 y los 30°, por lo que en verano es importante no dejar a temperatura ambiente cualquier alimento (crudo o cocido) durante más de una hora.

En el caso del arroz, recomiendan no recalentarla más de una vez, y consumirlo inmediatamente después de calentarlo. También aconsejan que durante eventos de calor extremo se debe reducir el consumo de carne y pescado crudo y de salsas hechas con huevo crudo como la mayonesa casera, ya que es más difícil controlar su inocuidad.

Otros consejos más comunes incluyen asear los utensilios de cocina y lavarse bien las manos antes y después de manipular alimentos usando jabón o desinfectante para manos con 60% de alcohol, así como usar platos y tablas separadas para carnes crudas y alimentos listos para consumo como vegetales o frutas.

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