Durante el pasado miércoles, en medio de una sesión de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, el ministro de Educación de Brasil, Ricardo Vélez Rodríguez, utilizó la historia de Pablo Escobar como un curioso ejemplo para alejar a los jóvenes de la droga.

El secretario de Estado, nacido en Bogotá y nacionalizado brasileño, defendió la implementación de un modelo educativo cívico militar en las escuelas de Brasil y para ello fundamentó a favor de la figura del fallecido narcotraficante colombiano.

Vélez aseguró que "Pablo Escobar había construido canchas de fútbol para los jóvenes y una pequeña biblioteca, con eso evitaba que ellos consumieran cocaína porque ese producto es de exportación".

En la misma línea, el ministro de Jair Bolsonaro manifestó que "la idea de Pablo (Escobar) no era que se consumiera la droga en Colombia porque la enviaba al extranjero. Solo con evitar que los jóvenes consuman, la violencia disminuye”.

Además, aseguró que el modelo cívico militar es bueno porque así como las ideas de Escobar, "aleja al traficante de los entornos escolares”.

Sin embargo, la sesión se complicó más cuando Vélez hizo una comparación entre Brasil y la Colombia de hace tres décadas. A esas alturas de su exposición, varios diputados alzaban la voz para interrumpirlo y debatir.

Por su parte, el secretario de Estado aseguró que "lo que pasó en Colombia hace 30 años está pasando hoy en Brasil, el país está enfermo de un mal que se llama crack y está presente en el 98 % de los municipios”.