Fue cerca de las ocho de la mañana del pasado miércoles 14 de marzo cuando un grupo de Fuerzas Especiales apareció en el sector centro alto de Antofagasta para desalojar al campamento René Schneider II que estaba viviendo en el lugar.

El grupo de 90 familias se había instalado en el sitio el pasado fin de semana –luego de un intento fallido realizado cerca de un mes atrás–, y se trata en su mayoría de habitantes históricos de Antofagasta que vivían como allegados en otros campamentos y que luchan por conseguir una vivienda propia.

El testimonio de los presentes al momento del desalojo denuncian que este se realizó con un excesivo uso de fuerza por parte de Carabineros, que dejó con lesiones a mujeres, ancianos, e incluso a un niño de dos años y a un recién nacido, y que además se tomó detenidos de forma ilegal a dos dirigentes.

Este jueves, los vecinos del campamento se refirieron al asunto y acusaron a la Gobernación Provincial de Antofagasta de haber hecho el procedimiento de forma irregular y la cuestionan por no haberse abierto al diálogo con ellos.

Por lo mismo, exigen el pronunciamiento del recién asumido intendente Marco Antonio Díaz: "Nos parece grave que a días de asumido el nuevo gobierno se producta un desolojo tan violento", dijo Maritza Osorio, una de las voceras del campamento.

Del mismo modo, la mujer hizo un llamado por apoyo y comprensión de la población antofagastina, quienes conocen de la realidad en la zona, donde "las viviendas están muy caras acá, muchos quedamos endeudados 20 ó 30 años".

Además, desde el grupo anunciaron que convocan a una marcha "Por el derecho a la vivienda y la ciudad" para el próximo sábado 24 de marzo a las 11 horas, y próximamente darán a conocer el lugar a desarrollarse.