Fue el animador de televisión, José Miguel Viñuela, quien en el matinal de Mega reconoció que cuando tenía 7 años e iba en un colegio católico, un sacerdote miraba como él y sus compañeros se bañaban desnudos en una piscina.

Ayer, la Compañía de Jesús -administradora del colegio San Ignacio El Bosque y congregación religiosa a la que pertenece el Papa Francisco- reconoció que el sacertdote Jaime Guzmán Astaburuaga era la persona señalada y que incluso se encuentra cumpliendo una pena de abusos sexuales, acreditados por la Congregación para la Doctrina de la Fe.

"Habiéndose realizado la investigación correspondiente, en junio de 2012, la Congregación para la Doctrina de la Fe determinó la culpabilidad del P. Guzmán, quien, en la actualidad, cumple la pena impuesta. Esta incluye la prohibición del contacto con menores de edad y la restricción de ejercer públicamente el ministerio sacerdotal", explicaron los jesuitas en un comunicado.

Las primeras denuncias contra Guzmán llegaron en los años 2010 y 2011, aunque nunca salieron a la luz pública por expresa petición de uno de los denunciantes.

Tras los dichos de Viñuela, la Compañía de Jesús se reunió con el animador para conocer más antecedentes.