Disputas por el financiamiento y el lobby petrolero marcan las últimas horas de la cumbre climática COP29 en Azerbaiyán, pero hay algunas temáticas que han encontrado consenso entre buena parte de los países participantes. Una de ellas es reducir la contaminación por metano proveniente de basura orgánica.

Después de la agricultura y los combustibles fósiles, la basura orgánica es la tercera mayor fuente de emisión de gas metano; un gas de efecto invernadero considerado más dañino que el CO2, por tener un poder de calentamiento 80 veces superior.

Una acción contra el metano se considera como un gran cambio que se puede generar en el corto plazo para combatir el cada vez más rápido calentamiento global, ya que este gas permanece en la atmósfera por corto tiempo. Desde la presidencia de la COP 29 se lanzó una declaración para que los países sumen entre sus compromisos climáticos (NDC), reducciones en la emisión de este gas.

Chile fue uno de los principales promotores de esta declaración, que ya ha sido firmada por más de 30 estados presentes en las negociaciones, que representan 47% de las emisiones globales de metano por residuos orgánicos, según datos recabados por EFE.

La declaración se basa en trabajos previos en otras COP, desde que se creó el Compromiso Mundial sobre el Gas Metano (GMP) en 2021. La meta propuesta por este compromiso es lograr que, al 2030, las emisiones de metano sean al menos 30% más bajas que los niveles registrados en 2020.

Reciclaje de basura orgánica

En Chile, más de la mitad de la basura que se genera en los hogares es orgánica y en 2023 se empezó a tramitar en el Congreso un proyecto de ley presentado por el Ministerio de Medio Ambiente (MMA), con el objetivo de reducir la basura orgánica y reciclar la que se genera para convertirla en compost.

El proyecto contempla diversas opciones para la gestión de los residuos orgánicos. Los municipios tendrán la responsabilidad de ofrecer sistemas de recolección puerta a puerta de los restos vegetales, así como la implementación de camiones especializados en el reciclaje de orgánicos.

También se promoverá la entrega de composteras o vermicomposteras para los hogares, junto con el desarrollo de proyectos de compostaje a nivel comunitario o barrial.

Además tiene otros beneficios asociados como la reducción en emisiones de gas metano; uno de los gases de efecto invernadero, la generación de fertilizantes naturales, y reducir los impactos a la salud de quienes viven cerca de vertederos y basurales.

¿Cómo se implementará?

Según se destaca desde el MMA, la implementación de esta ley será gradual, avanzando paso a paso en la obligación de separar los residuos orgánicos en su origen.

Las primeras medidas estarán orientadas a reciclar los restos de poda y jardín y los residuos provenientes de ferias libres. Luego se incluirá la fracción orgánica generada por centros comerciales, eventos y estadios.

Estas obligaciones se extenderán luego a hoteles, restaurantes y cafeterías, para incluir finalmente los hogares.