Cada vez la ciudad se extiende más hacia la precordillera generando encuentros con animales silvestres como cóndores, zorros y pumas.

Ahora, ante un aumento de avistamientos de pumas en Lo Barnechea, funcionarios del Servicio Agrícola Ganadero (SAG), están trabajando con arrieros dela zona para enseñarles a convivir con esta especie, que está protegida por ley y no se permite su caza.

Perder ganado a manos de un puma es el gran temor de los arrieros, y las capacitaciones del SAG informan a los arrieros sobre el comportamiento del felino, que es por lo general de timidez y con tendencia a escapar de los humanos.

Para prevenir el ataque a ganado, sugieren medidas como elevar los cercos de resguardo de los animales, para que los pumas no puedan ingresar por arriba.

Las capacitaciones llaman a denunciar ante el SAG cuando exista un puma herido, encerrado, sin capacidad de desplazamiento, o poniendo en riesgo la vida humana o de ganado. En caso de ver pumas en la ciudad, en zonas transitadas o cerca de escuelas o recintos comerciales, se recomienda llamar al SAG, a carabineros o a la municipalidad.

Por el contrario, si se ve al puma en su hábitat natural, que es la precordillera, la acción necesaria es dejar que el animal se desplace con normalidad.

“Somos las personas las que nos hemos acercado o poblado el hábitat natural de esta y otras especies, por lo que somos nosotros los responsables de adecuarnos al comportamiento de nuestra fauna silvestre y tomar medidas necesarias para no vernos afectados por el posible ataque al ganado o a mascotas”, comenta Jorge Henríquez, director regional del SAG en la RM. Además, enseñan sobre el importante rol que cumple el puma en la cadena trófica del ecosistema donde vive.