Para el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) se considera un ocupado informal cuando existe un trabajador en un sector formal, pero este no cuenta con cotizaciones de salud ni previsión social. Asimismo, cuando un empleador o trabajador por cuenta propia, pero que trabaja en un sector informal, es decir, en una unidad económica que no está registrada en el Servicio de Impuestos Internos (SII), que no es considerada una cuasi-sociedad, y que no posee una contabilidad completa ni simplificada. También si un empleado trabaja como familiar no remunerado.

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En Chile, ha aumentado la preocupación por el incremento en los últimos trimestres de la ocupación informal, debido a que existe una relación de la informalidad con la precariedad laboral y la desprotección social.

En el último trimestre enero-marzo del 2024 la tasa de ocupación informal en nuestro país alcanzó un 28,1% lo que significó un aumento de 0,7 puntos porcentuales en doce meses, lo que se traduce en 2.614.641 personas.

(F. Livert, F. Miranda y A. Espejo en Documentos de Proyectos CEPAL 2022) “Estimación de la probabilidad de informalidad laboral a nivel comunal en Chile”, consideran que los determinantes de la informalidad se dividen en aspectos micro, que tienen relación con la persona, y aspectos macro que se relacionan con el contexto económico e institucional.

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Entre los aspectos micro se encuentran el nivel de escolaridad. Mayores niveles de escolaridad están relacionados con una mayor productividad, lo que los hace más competitivos, y, por tanto, tendrán una mayor facilidad para optar a un empleo formal. La ocupación informal predomina en los trabajadores muy jóvenes (15 a 24 años) o adultos mayores (65 años y más).

Es así como, en el trimestre enero-marzo del 2024, la tasa de ocupación informal en los jóvenes fue de un 37,6%, y en los adultos mayores de un 55,8%.

Las mujeres tienen una mayor probabilidad de buscar un empleo informal con respecto a los hombres, debido a la desigual carga en el cuidado de los hijos o de cuidado de personas. En esa línea, en el último trimestre, la tasa de ocupación informal en mujeres fue de un 29,9% en cambio en los hombres fue de un 26,8%. E igualmente, la migración ha generado el aumento en la búsqueda de nuevos ingresos informales, como el comercio ambulante o la preparación de comidas en la calle.

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Ahora, en lo que respecta a los aspectos macro, se encuentran: El tamaño de las empresas (las empresas más pequeñas y que, por tanto, tienen un menor acceso a financiamiento tienen una mayor probabilidad de contratar personas en la informalidad con el fin de disminuir los costos); el sector económico (existe una mayor probabilidad de ocupación informal en sectores donde se requiere personal menos calificado como podría ser, la agricultura, pesca, comercio y construcción), y el Sistema de Pensiones (si las personas perciben una inadecuada retribución en sus pensiones, tienen el incentivo a mantenerse en la informalidad, ya que consideran que el costo de cotizar es mayor que el beneficio que obtendrán al momento de jubilar).