Duro revés del Senado argentino al megadecreto de MIlei

Duro revés del Senado argentino al megadecreto de MIlei

Por: Gabriel Ascui y Felipe Villanelo | 15.03.2024
La firmeza de la derrota, no obstante, evidencia que el mandatario anarcocapitalista debe modificar su estrategia si desea evitar más traspiés legislativos, tras la derrota en diputados de hace un mes, cuando tampoco logró que la Cámara Baja diera luz verde su ambiciosa “Ley Ómnibus”.

Presentado en cadena nacional el pasado 20 de diciembre bajo el nombre “Bases para la reconstrucción de la economía argentina”, y en vigencia desde 9 días después, el DNU establece una amplia desregulación de la actividad económica a partir de la modificación y derogación de un gran conjunto de leyes laborales, de promoción industrial, y medicamentos, entre otras.

El resultado, inesperado al menos en su contundencia, reforzó la tensión que dominó esta semana tanto en el seno del oficialismo como con la oposición política.

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Un mensaje del mandatario advirtió que, de fracasar el diálogo, el camino será la confrontación. “Resulta imposible interpretar esta decisión de otra manera que como un intento de socavar el Pacto de Mayo” escribió Milei en un mensaje en redes sociales, aludiendo a la propuesta fundacional de un nuevo orden económico planteada por el pasado 1 de marzo y que incluye una reunión en la ciudad de Córdoba con los gobernadores el próximo 25 de mayo.

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La oposición fue cauta en los festejos, consciente de que el resultado constituye un triunfo simbólico más que uno concreto. Las más de 300 derogaciones incluidas en el plexo normativo continuarán vigentes, ya que para invalidarlas es necesario que ambas cámaras lo rechacen.

La firmeza de la derrota, no obstante, evidencia que el mandatario anarcocapitalista debe modificar su estrategia si desea evitar más traspiés legislativos, tras la derrota en diputados de hace un mes, cuando tampoco logró que la Cámara Baja diera luz verde su ambiciosa “Ley Ómnibus”.

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Es que el oficialista partido La Libertad Avanza (LLA) tiene tan sólo 7 senadores de un total 72 que componen la Cámara Alta, y 38 diputados de un total de 257, por lo que la negociación y la búsqueda de acuerdos y pactos con lo que Milei denomina “la casta” (es decir, la política) se vislumbran como una camino obligado para construir gobernabilidad.

Si los diputados rechazan el DNU éste perderá vigencia de inmediato, y si lo aprueban conservará validez de ley.

Los medios y la calle conjeturan ampliamente sobre las posibilidades que tiene el megadecreto de salir airoso de su paso por diputados para otorgarle al plan económico del libertario la solidez legal que le reclaman inversores y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

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Lo cierto es que nada está dicho aún: las presiones de los gobernadores y del propio Milei, sus amenazas de  frenar fondos hacia las provincias, y la fuerza que puede tener la calle en un país de fuerte tradición de protestas y reclamos, puede inclinar la balanza para uno u otro lado.

¿Qué es un DNU?

Los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) son herramientas legislativas que otorgan al Poder Ejecutivo la capacidad de legislar en situaciones extraordinarias, sin necesidad de pasar por el proceso tradicional del Congreso.

Teóricamente excepcional (todos los último gobiernos democráticos argentinos los utilizaron) los mandatarios acuden a esta prerrogativa cuando consideran que la situación requiere medidas inmediatas para abordar problemas urgentes que no pueden esperar el tiempo que lleva el proceso legislativo regular.

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Tras una semana de versiones sobre una tensión entre Milei y su compañera de fórmula Victoria Villarruel, el Gobierno y la propia vicepresidenta salieron a desmentirlo.

Las diferencias entre ambos, crecientes en los 90 días de gobierno, se dispararon cuando Villarruel incluyó el DNU en el temario de la sesión de ayer, a contramano de la opinión presidencial y presionada por numerosas solicitudes de los senadores, un decisión por la que de inmediato fue víctima de ataques de trolls que trabajan físicamente en Casa Rosada, sede del Gobierno.

Las milicias digitales no lograron atemorizar a Villarruel que mantuvo su decisión.

Horas después publicó un video en X (antes Twitter) en que por una lado aseguró que su compromiso con el país y con Milei “es inclaudicable”, pero también defendió su decisión, al subrayar que la misma está en línea con el reglamento de la Cámara y que “no hay política sin institucionalidad”.

La batalla subrepticia entre ellos sigue siendo un secreto a voces.