Una turba de alrededor cien ultranacionalistas israelíes, llamados a sí mismos como "La Familia", se dirigió al hospital de Tel-Aviv, luego de que se esparciera el rumor que un militante de Hamás era atendido en el lugar. Recorrieron pasillos, gritando a viva voz en la búsqueda del miembro de la organización política y militar palestina. Una información que fue desmentida luego por el ministro de Salud israelí, Moshe Arbel, quien aseguró que todos los miembros de Hamás debían ser reconducidos al ejército o a los servicios de inteligencia y que ninguno sería atendido en hospitales israelíes.