La conservación de los bosques de algas marinas se tomó la discusión sobre las modificaciones a la ley de pesca esta semana, cuando expertos y recolectores expusieron sobre las necesidades de regular esta actividad ante la creciente deforestación.

Esto ante la Comisión de Pesca y Acuicultura del Senado, que se encuentra en los trámites finales para llevar a votación la propuesta de la denominada ley bentónica.

Chile es uno de los principales exportadores de algas marinas, y los réditos económicos han aumentado la presión por su extracción, impulsando incluso la actividad ilegal: se extrae por sobre la cantidad máxima permitida o en lugares donde está prohibido.

A las alertas de la comunidad científica, se suma también la de recolectores de algas que temen por la sustentabilidad de su labor, como la de pescadores artesanales cuyas pesquerías dependen de la salud de los bosques marinos que son hogar para muchas especies.

Fortalecer la fiscalización e investigación, involucrar a las comunidades en la elaboración de medidas para manejar el recurso y regular el barreteo (extracción del alga desde su base) en las áreas de libre acceso, son algunas de las medidas que solicitaron científicos y recolectores.

“Es el sustento de miles de familias en la macrozona norte del país. Más de cinco mil familias viven de esta actividad, sin contar a los trabajadores y trabajadoras del transporte o de las plantas de proceso”, afirmó Nibaldo Yáñez, Director de la Coordinadora Nacional de Algueros y Algueras de Chile (CONAACH).

Teresa Nilo, miembro del Comité de Manejo de Algas y dirigenta de caleta La Reina en Atacama, manifestó que es muy importante el cuidado de los bosques submarinos, “no solo por un tema económico, sino también por la sustentabilidad, sobre todo en una época de cambio climático, por eso hay que enseñar y educar sobre el cuidado del medio ambiente”.

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