Para las y los chilenos, la crisis climático no es un problema del futuro sino uno que ya está aquí, afectando su calidad de vida. Así lo muestran los resultados de una encuesta de Datavoz encargada por la ONG FIMA, donde 71% de las personas respondieron que el cambio climático afecta su vida.

Este porcentaje se mantiene alto sin importar el sector político con el que se identifiquen los encuestados, ni si votaron apruebo o rechazo en el anterior plebiscito de salida.

La sequía, la contaminación del aire y el avance de la industria extractiva fueron identificados como los problemas ambientales más urgentes para el país, y 60% de las personas cree que Chile está estancado en materia de protección ambiental.

La encuesta también muestra que más del 50% de quienes respondieron estarían dispuestos a tomar acciones en su vida cotidiana como reducir el uso del auto, dejar de usar leña y comprar productos ecológicos aunque sean más caros. En cambio, solo el 30% está dispuesto a pagar un aumento de impuesto al combustible para reducir la contaminación por uso del auto.

“Es muy interesante ver que, pese a lo que algunos sostienen, las personas sí son conscientes de que los efectos del cambio climático están presentes y ya son visibles. Eso, sumado a que se declara tener voluntad para realizar cambios que impliquen en alguna medida un sacrificio, es muy esperanzador", analiza Antonia Berríos, coordinadora general de FIMA.

Problemas principales

Preguntados por los problemas ambientales que aquejan a sus comunas, la mayoría identificó en primer lugar a la basura, seguido de la contaminación del aire, la falta de áreas verdes y la sequía.

Esto varía según la zona del país: mientras que en el norte preocupa más la contaminación del agua y la falta de áreas verdes, en el sur identifican como amenaza los incendios forestales, mientras que en el centro del país hay mayor preocupación por la falta de agua.

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¿Economía o medio ambiente?

La mayoría de las y los encuestados identifican que el cambio climático se relaciona con la salud, el transporte y la economía, pero solo el 18% cree que proteger el medio ambiente es prioritario incluso a costa del crecimiento económico.

Para 30% de las personas que respondieron, es la economía la que debe tener prioridad por sobre el medio ambiente.

"La dicotomía entre crecimiento económico y cuidado del medio ambiente es falsa. No son objetivos opuestos. Necesitamos un ambiente sano para sostener la economía", acota Berríos sobre este punto.

Constitución ecológica

A pesar de que hay un bajo interés por el actual proceso constitucional, más del 80% de las y los encuestados creen que una nueva constitución debe hacer a todas las personas responsables de cuidar el medio ambiente.

Para la gran mayoría el nuevo texto también debe reconocer el derecho de los animales a una vida de maltrato, y la necesidad de incentivar el desarrollo sostenible junto a los privados.

Más del 80% de las y los encuestados cree que en la nueva constitución se deben eliminar los derechos de agua y reconocerla como un bien inapropiable e incomerciable, permitiendo autorizaciones de uso para particulares siempre bajo condiciones y obligaciones.

Esto cobra relevancia al conocer que, dentro de las Iniciativas Populares de Norma que obtuvieron las firmas para ser discutidas por el Consejo Constitucional, hay una que busca garantizar el derecho al agua como bien inapropiable y otra opuesta, presentada por la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), que propone mantener el régimen de propiedad sobre el agua.

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