El 11 de noviembre, la diputada Aracely Leuquén (RN) llegó hasta el Irish Geopub de Vitacura, donde pidió un pisco sour. Con el paso de las horas, los tragos se fueron incrementando y, a eso de las 16.30 horas, se generó una situación bastante complicada al interior del local. Esto, porque la parlamentaria protagonizó un comentado altercado que incluyó acusaciones por un presunto robo y agresiones a los trabajadores del pub. 

La diputada se negó a pagar la cuenta y entre empujones y gritos, terminó agrediendo a una de las personas que atendían. “Su reacción fue poner la boleta en mi boca, restregándomela mientras me decía que me comiera sus migajas, luego me agarró del cabello, tironeándolo (…) yo solo atiné intentar liberarme, tomándole las manos”, relató la mujer en esa oportunidad. 

El hecho motivó una investigación en el Congreso, donde casi cuatro meses después se conoce la resolución de la Comisión de Ética y Transparencia de la Cámara de Diputados, a la que fue pasada la diputada. 

En lo concreto, el estamento solicitó a Leuquén la presentación de la respectiva documentación médica que acreditara su condición de salud, luego que ella argumentara que había cometido el error de mezclar alcohol con medicamentos derivados de un diagnóstico de bipolaridad.

Pese a que se lo pidió y recordó el requerimiento de los certificados médicos correspondientes, estos nunca fueron presentados.

Finalmente, la comisión concluyó que la diputada había incurrido en una falta grave, por lo que la instancia decidió aplicarle "la medida disciplinaria de censura" y una "pena anexa de un 10% de la dieta mensual".