La última de las cinco víctimas que dejó el incendió en la bodega Kayser fue identificada, en hechos ocurridos el 20 de octubre. Se trata de Luis Antonio Salas Martínez (47), que tiene una herida de bala en un pie según denunció su familia.

Su hermano, José Salas, ha indicado que "tuvo un impacto de bala en el pie, una fractura en el pie también, un hematoma de 30 gramos en la cabeza y unas costillas fracturadas". Esta información fue revelada por Interferencia y luego recogida por un reportaje de Chilevisión.

En el informe de autopsia se detalla: "Una lesión balística reciente con proyectil único retenido en el pie izquierdo, lesión que debió limitar el desplazamiento del afectado. No es posible descartar la actuación violenta de terceros sobre este cuerpo atendido el daño de la capa cutánea".

"Yo sé que él fue a sacar cosas, porque él tiene antecedentes de todo eso. Él ha pagado todo eso, pero necesitamos saber qué ocurrió", agregó José Salas.

Cabe recordar que esta información se da en medio de las dudas que han expresado los familiares de las víctimas. Incluso, las familias de dos de los cinco fallecidos, Manuel Muga y Andrés Ponce, se querellaron por delitos de homicidio calificado y obstrucción a la investigación.

De acuerdo a la Fiscalía, las cinco víctimas murieron por asfixia debido a la inhalación de humo, esto en el contexto del saqueo a la empresa. Sin embargo, para la viuda de Manuel Muga, María Román, su marido no sería responsable de estos hechos.

"Él no es saqueador, no es un ladrón. Jamás le ha robado un peso a nadie, no tiene cuenta en ninguna tienda, no le debe un peso a nadie. Él llegaba, se pagaba su sueldo cerradito, yo disponía de la plata, de todo eso, él jamás tomó un lápiz que no fuera de él, en ningún trabajo. Era intachable", dijo a Chilevisión.