Las mujeres nos hemos posicionado en el discurso público exigiendo reconocimiento, respeto a nuestros derechos humanos y autonomía en todos los ámbitos de nuestra vida. Ad portas de un nuevo 25 de julio que podría ser histórico, esperamos repetir la hazaña del pasado 8M. Las mujeres nos preparamos para salir a la calle a manifestarnos por séptimo año consecutivo, y exigir  aborto libre, seguro y gratuito. Esta consigna reivindica nuestra autonomía y el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, y especialmente contra la idea de que nuestra capacidad de parir nos obliga a hacerlo.

Desde el momento en que nacemos, las mujeres cargamos con las expectativas e imposiciones de lo que debemos ser y cómo nos debemos comportar en una sociedad patriarcal. Cada una tiene su lugar y se nos discrimina en todos los ámbitos de la vida, tanto pública como privada. Asimismo, cualquiera que esté dispuesta a cuestionar o se salga de la norma, es sancionada y reprimida con una violencia que a muchas les costó la vida.

Aun así, el movimiento feminista crece y se posiciona con generaciones dispuestas a cuestionar el derecho androcéntrico y patriarcal que regula y controla el cuerpo de las mujeres, y que ha sido construido al alero de una iglesia corrupta y violenta.

Como ABOFEM, creemos profundamente en la necesidad de contar con aborto libre, seguro y gratuito. Libre, porque la decisión de ser madres o no, no puede ser de nadie más que de quien pare. Seguro, porque entendida como un derecho que emana del derecho a la vida, la salud física y psíquica y la autonomía de las mujeres, debe ejercerse en condiciones idóneas. Y gratuita, porque de no serlo, seguirán existiendo ciudadanas de segunda clase, aquellas que deben tomar el riesgo de perder la vida en el ejercicio de su autonomía.

No podemos olvidar que cuando hablamos de mujeres, entre nosotras hay quienes están en una situación de mayor desventaja. Las mujeres pobres, indígenas, migrantes, las mujeres en situación de discapacidad, mujeres de la comunidad LBTIQ+ y tantas otras, se ven particularmente afectadas con una regulación restrictiva. Por ello, este 25J el llamado también es contra el racismo, en el Día Internacional de la Mujer Negra Latinoamericana y Caribeña, como ABOFEM estamos convencidas que el aborto libre será antirracista o no será.

 Quienes hoy detentan el poder olvidan que las mujeres ya abortamos.

Abortamos la idea de la maternidad obligatoria.

Abortamos ser ciudadanas de segunda clase.

Abortamos el racismo

Por ti, por mí y por todas mis compañeras, este 25 de julio salgamos todas a la calle.