Era una promesa de campaña -del año 2013- y siempre estuvo presente entre los pendientes, con constantes anuncios de que la reforma a la Constitución sí se tramitaría durante este gobierno.

Pero a falta de poco más de un mes para el cambio de mando y ya en los últimos días de trabajo legislativo del actual Congreso, simplemente los tiempos no dan. La falta de acuerdo al interior de la propia Nueva Mayoría fueron postergando tanto el proyecto que ya resulta inviable su tramitación: Descontando la semana distrital, solo quedan cinco días de trabajo parlamentario.

El proyecto ya enviado al Congreso se entrampó por desacuerdos con la Democracia Cristiana. Este buscaba aprobar una reforma al capítulo XV de la Constitución, introduciendo la posibilidad de una convención constituyente. El Ejecutivo se había comprometido a nuevas indicaciones, pero finalmente quedaría sin avances.

“No hay una respuesta formal del Gobierno, así que este tema estaría virtualmente en el congelador”, dijo a Pulso el diputado Leonardo Soto (PS).

Con esto, tanto la nueva Constitución como el proyecto que reforma el capítulo XV quedarían al arbitrio de la importancia que le otorgue el nuevo gobierno de Sebastián Piñera.

En los días que quedan, el gobierno focalizará sus esfuerzos legislativos en los proyectos de Educación Superior y Fortalecimiento de Universidades Estatales, además de la capitalización de TVN, la creación del Consejo de Ahorro Colectivo y el aumento del 5% de cotización obligatoria.