Las AFP son probablemente una de las ideas más geniales en la historia de Chile, que no solo cumplieron, sino superaron ampliamente sus objetivos y expectativas.

El sistema ha operado con una extraordinaria eficacia:  luego de captado el “cliente”, los funcionarios de la AFP no tienen que moverse de sus oficinas, ni siquiera de sus asientos, porque la plata que capturan hay que ir a dejársela a domicilio.

En cuanto a las comisiones, que empezaron en 1981 con el 2 por ciento, muchos pensamos: 2 por ciento de la plata que se les entregue ¿no será un poco mucho? Pero para una gigantesca sorpresa, después nos dimos cuenta que no era el 2 por ciento de lo que se deposita, sino sobre el total del salario del imponente.

Sacando las cuentas, resulta que el 16,7 por ciento del dinero que imponía el trabajador pasaba automáticamente a propiedad de la AFP (1). En lograr que esto pase desapercibido por la mayor parte de la población, las AFP también fueron muy eficaces.

Otra muestra de la mayor eficacia, fue que los impulsores de las AFP lograron hacer creer a gran parte de los chilenos que el sistema produciría jubilaciones igual al 100 por ciento del salario que tuviera el trabajador al momento de jubilar, así fue ampliamente publicitado.

La realidad: la mediana de la jubilación de los hombres es 159 mil pesos, es decir que la jubilación mas alta de la mitad de los jubilados con menor jubilación es el valor indicado. En el caso de las mujeres la mediana es de 38 mil pesos, el monto mas alto que reciben la mitad de las mujeres de menor jubilación.

Afortunadamente, el Estado ha venido a suplementar esos valores de miseria, sin lo cual millones de personas difícilmente podrían sobrevivir. La tasa de reemplazo (vale decir la proporción entre el salario y la jubilación) para la mitad de los jubilados de menor jubilación es el 17 por ciento, muy lejos del 100 por ciento prometido.

O sea que si usted ganaba 800 mil pesos al mes, su jubilación será de 136 mil pesos, siempre que haya sido empeñoso para depositar en las AFP durante su vida laboral.

Después de la dictadura se ha conseguido bajar las comisiones y actualmente están en un promedio de 1,12 por ciento como se indicó, sobre el total del salario de los 5.900.000 trabajadores que están obligados a imponer en las AFP, ya que no hay alternativas. Este es otro objetivo cumplido con mucha eficacia: hacer creer que hay mucha libertad para elegir.

Lo que significa que las AFP se quedan cada año, por concepto de comisión, con el equivalente al salario completo de casi 66.000 trabajadores, de todos los niveles de salario, una cifra de aproximadamente 674 mil millones de pesos. En dictadura con el 2 por ciento capturaban aproximadamente el salario de 118.000 trabajadores por concepto de comisión

Las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile analizaron el sistema y no aceptaron ser incorporados al sistema de las AFP, se quedaron con el tradicional sistema solidario de reparto, administrado por el Estado, que les genera pensiones razonables y dignas, muy superiores a las pensiones de las AFP. Es el único grupo que no está obligado a entregar parte de sus ingresos a las AFP.

A pesar de la enorme masa de dinero que representan las comisiones cobradas, ese es el “negocio chico” de los dueños de las AFP. El verdadero negocio ha sido disponer, con algunas limitaciones, de gran parte del total de las imposiciones que deben hacer los trabajadores, con lo que han realizado sus negocios no solo en Chile sino en casi todos los países de Latinoamérica, Estados Unidos y otros.

El monto imponible obligatorio que se descuenta del salario es el 10 por ciento mas el porcentaje de comisión ya mencionado, total 11,12 por ciento promedio. Con el salario promedio mensual en Chile de 850 mil pesos equivale a 6.700.000.000.000 (6,7 millones de millones) de pesos anuales. Una cifra incomprensible por lo gigantesca, que en su mayor parte queda a disposición del manejo por los dueños de las AFP y que es equivalente al salario total de 656.000 trabajadores.

Por eso decíamos al comenzar que las AFP fueron una idea genial y no solo cumplieron, sino superaron ampliamente su real objetivo, que fue extraer dinero de los trabajadores para aumentar la riqueza de los más ricos.

Los que argumentan que las AFP no cumplieron con su objetivo porque han generado pensiones de miseria y no pensiones dignas, están equivocados en su crítica, porque las AFP nunca tuvieron como objetivo generar pensiones dignas para los trabajadores de Chile.

¿Qué encontramos en el otro extremo del espectro social de Chile, vale decir en el de los ricos? La organización FORBES sigue la pista a los multimillonarios de todo el mundo. ¿Que dice sobre Chile?  Este es un titular de 2023: Riqueza extrema: Chile, el país donde los ultrarricos tienen el patrimonio más grande de América Latina.

El año 2023 cada uno de los siete mayores multimillonarios de Chile aumentaron su riqueza en conjunto en 3.300 millones de dólares (de 38.600 millones a 41.900 millones) lo que equivale a que cada uno de ellos en promedio aumentó su patrimonio en el equivalente a 1.291 millones de pesos cada día del año, domingos y festivos incluidos.

Pero 2023 fue un año “malo”: el año 2020 cada uno de  los ocho mayores multimillonarios de Chile aumentaron en promedio su riqueza en el equivalente a 5.856 millones de pesos cada día del año, domingos y festivos incluidos. (véase en Google: FORBES Chile año 2020 y 2023).

O sea que en conjunto esos ocho multimillonarios ganaron lo mismo que recibieron 2.243.000 trabajadores en el mismo período de tiempo. (salario mensual neto promedio en 2020: $635.134), con la diferencia que en las cifras de aumento de la riqueza de los ricos no están incluidos sus gastos cotidianos.

Este increíble y atroz acaparamiento de riqueza, una de las causas principales de la miseria de millones de chilenas y chilenos, no es sostenible ni justo que continúe en esos términos, incluso en beneficio de los mismos multimillonarios.

Porque como dice la Biblia (Isaias 32:17): “El fruto de esa justicia será la paz; su efecto será tranquilidad y confianza para siempre”.

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(1)   Sobre 100 pesos de salario se imponía 10 por ciento, más 2 de comisión = 12 pesos.    2 quedaban para la AFP, 2 : 12 = 16,7 por ciento del total del pago de imposiciones.