En junio de 2017, la Municipalidad de Antofagasta anunció un proyecto para la reposición total del vivero municipal, que incluiría la construcción de un mirador, renovación de especies arbóreas, áreas administrativas y espacios para actividades culturales.

El proyecto, financiado por los Fondos Nacionales de Desarrollo Regional, tenía como objetivo no solo revitalizar el espacio sino también ofrecer un lugar para la educación y el disfrute de la naturaleza.

La constructora Sol SpA, que se adjudicó la licitación, comenzó la preparación para llevar a cabo las obras.

Desde el principio, la ejecución del proyecto enfrentó problemas debido a un Permiso de Edificación caducado, lo cual fue señalado por la Inspectora Técnica de Obras en diciembre de 2017.

Aunque la obra recibió una autorización temporal para iniciar demoliciones preliminares en abril de 2018, el permiso necesario para continuar con el proyecto completo no se actualizó hasta noviembre de 2019.

Durante este tiempo, la obra estuvo parcialmente paralizada, lo que llevó a un aumento significativo en los costos y a un grave impacto financiero para la constructora.

La situación llegó a un punto crítico cuando la Municipalidad y la constructora no lograron llegar a un acuerdo sobre los costos adicionales, lo que llevó a la empresa a presentar una demanda por daños y perjuicios.

La constructura buscaba recuperar las pérdidas incurridas debido a la paralización forzada y los costos adicionales de mantenimiento que asumieron durante este periodo.

Finalmente, el Tercer Juzgado Civil de Antofagasta resolvió el caso a favor de la constructora Sol SpA, ordenando a la Municipalidad de Antofagasta pagar una compensación que incluía tanto daños emergentes como lucro cesante, sumando un total de más de 715 millones de pesos.