Por su atractivo ornamental, actualmente la demanda de cactus y suculentas de todo el mundo es excepcionalmente alta. Esto ha llevado a que en su última actualización la agencia internacional que define el estado de amenaza de cada especie, la IUCN, revelara que el 82% de las especies de cactus Copiapoa están ahora amenazados de extinción, frente al 55% en 2013. Saber distinguir su origen podría ser la clave para salvarlas. 

Además, la construcción de carreteras y viviendas ha aumentado la presencia humana en la zona, facilitando el acceso a estas plantas por parte de cazadores furtivos y contribuyendo a la destrucción de su frágil hábitat desértico. 

Los cactus del género Copiapoa, son exclusivos del árido desierto costero de Atacama y se pueden encontrar en diferentes formas, desde esferas diminutas hasta columnas altas y ramificadas, todas cubiertas por una densa capa de espinas que les protege de la deshidratación y los depredadores. Sus flores, cuando se presentan, son llamativas y juegan un papel crucial en la polinización dentro de este hábitat adverso.

Diferencias clave

En el mercado de cactus, distinguir entre una Copiapoa cazada furtivamente y una cultivada en invernadero es crucial según los expertos en cactáceas. Las cazadas ilegalmente tienen un tono gris y están cubiertas de polvo protector, características que reflejan su origen en los desiertos más secos. En contraste, las cultivadas legalmente lucen más verdes y saludables, resultado del cuidado humano en ambientes controlados. Advierten que apoyar el comercio ilegal amenaza la conservación de estas especies y sus hábitats naturales.

Cómo denunciar 

Si bien Conaf puede sancionar in situ la extracción no aprobada de cactáceas, enfatizan la importancia de que la gente haga las denuncias pertinentes a esta institución porque de esa manera ellos pueden investigar de dónde son extraídas y con eso poder encontrar a la persona in situ y sacarle una multa. Para dejar tu denuncia puedes rellenar el siguiente formulario. 

Foto: MMA