Investigadores llevaban más de una década sin registrar una chinchilla de cola corta en Atacama, siendo que antes la especie habitaba en distintos lugares de la región. Pero la búsqueda terminó con una investigación que registró, a través de cámaras trampa, la presencia de la especie en la zona.

Hacia fines del siglo XX, las chinchillas de cola corta se creían extintas, ya que eran cazadas en Chile, Argentina, Perú y Bolivia para utilizar sus pieles. Pero luego se fueron descubriendo colonias de chinchillas costinas y altiplánicas en Coquimbo, Antofagasta y Atacama, donde el animal no aparecía has en Coquimbo, Antofagasta y Atacama, donde el animal dejó de aparecer hace 12 años.

Los científicos creen que la colonia no emigró y volvió, sino que se mantuvo esquiva pero en la misma zona. El hallazgo es relevante sobre todo para la evaluación de proyectos mineros que se instalen en la zona y que deberán considerar la relocalización de colonias de esta especie, clasificada en peligro crítico de extinción.

Para tomar estas medidas, “es muy importante conocer la estructura de estas colonias y de la permanencia en los lugares donde se han establecido. Consideramos que no es fácil para estas colonias encontrar un lugar con refugio, alimentación, agua y todas las condiciones necesarias para subsistir en el tiempo”, explica el investigador de la Universidad de Tarapacá, Pablo Valladares.

El especialista agrega que el hecho de que la colonia permanezca en el mismo lugar implica que las características ambientales de ese entorno son muy importantes, y hay que tenerlas claras para cualquier medida de mitigación que quiera tomar un proyecto con impacto ambiental.

La investigación fue realizada por CONAF, el Zoológico Metropolitano de Santiago y la Universidad de Tarapacá. Los hallazgos también contribuirán al plan de gestión y recuperación de especies del Ministerio de Medio Ambiente.

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