“En el centro sur hace más o menos 10 años aproximadamente no teníamos lluvias de esta envergadura en las partes del valle central y la zona más baja”, afirma el investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), Pablo Sarricolea.

El profesor agrega que, según las lluvias que están pronosticadas para lo que resta del sistema frontal en Santiago, serían las más abundantes en los últimos 20 años.

“Pareciera que se había olvidado que llovía. Con esta situación de sequía, habíamos olvidado que los ríos hasta los años 80 y antes de eso, cada invierno retomaban sus cauces”, recuerda la académica del Programa de Reducción de Riesgos y Desastres (Citrid) de la Universidad de Chile, María Victoria Soto.

Recomendaciones para prepararse

“Lamentablemente sabemos que las ciudades se localizaron y crecieron hacia áreas de inundaciones y por lo tanto lo que debemos hacer ahora es adaptarnos al cambio y generar las obras de mitigación”, asegura Soto.

Para esto, el académico de la facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Chile, Roberto Pizarro, llama a hacer una gestión integrada del territorio que compone cada cuenca, y tomar acciones para devolver al suelo la capacidad de infiltración en las zonas altas de las cuencas, para recargar los acuíferos y que el agua no escurra, sino que se guarde en el suelo.

“La forma de que no escurra es tener bosques, vegetación en la zona alta, cosa que cumpla su rol o pequeñas obras civiles en los cauces como pequeños diques que van permitiendo que el agua se retenga en esas zonas”, recomienda.

Afirma la necesidad de despejar las zonas de los cauces de los ríos, no destinándolas ni a viviendas ni a actividades productivas.

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