“Es un tremendo error que Diego Schalper llame a Carlos Larraín”. Esa es la reflexión que se repite en una parte de la militancia de Renovación Nacional (RN) tras revelarse que el actual secretario general de la colectividad está buscando que el exsenador se una a su lista de cara a las elecciones internas del partido en agosto. 

La reaparición de "don Carlos" en la primera línea de RN viene de la mano con la crisis de confianzas que se vive en la interna, provocada por los malos resultados obtenidos en la elección de consejeros constitucionales el 7 de mayo pasado.

A esto se suman, los constantes cuestionamientos al manejo que el actual timonel, Francisco Chahuán, al mando del partido. Bajo esas premisas, las sensaciones al interior de la colectividad son más bien unánimes: la marca RN se desvalorizó y perdieron mucho terreno dentro de Chile Vamos frente a la UDI. 

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Justamente, esto es algo que Larraín ha estado viendo con gran preocupación, según indican cercanos, ya que daría pie a que la disidencia, liderada por Mario Desbordes, Cristián Monckeberg y Paulina Núñez, tome protagonismo y corra con ventaja para los comicios de agosto.

Quiebre de la dupla “Cha-Scha”

Luego de los malos resultados en las elecciones del 7 de mayo, el senador Chahuán declaró públicamente que no iría por la reelección en agosto. Mientras tanto, su compañero de fórmula, el diputado Schalper, no emitió comentarios al respecto, enfocándose en su trabajo en el parlamento y en buscar acompañantes para sumar fuerza en su lista.

Pese a que en el sector sonaron inicialmente nombres como Francisco Orrego o Diego Paulsen, el objetivo de Schalper está cada día más nítido: ser el próximo presidente del partido. 

Pero a la interna hay dudas. Acusan a Schalper de no apoyar a Chahuán luego del mal desempeño de RN en la elección de consejeros y que los costos se los tuvo que llevar el senador, ya que el diputado prefirió mantenerse fuera del foco para no recibir críticas ni disminuir su capital político. 

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En los planes iniciales de la directiva estaba considerado que el Partido Republicano (PR) efectivamente creciera como lo hizo. Sin embargo, sus cálculos apuntaba a que le quitarían votos a la UDI, no a ellos. Al no cumplirse estas expectativas, se ha propagado el malestar.

Más allá del desastre electoral, el quiebre entre Schalper y Chahuán era cuestión de tiempo, aseguran fuentes internas del partido, quienes recuerdan que cuando se armó la lista en 2021 fue "a la rápida", con el objetivo de evitar que el sector liderado por Mario Desbordes, que apunta a acercarse más al centro, comandara nuevamente la colectividad.

Por esta razón, es que ambas partes han tenido dificultades para llevar a buen puerto su trabajo. De hecho, los equipos administrativos con los que cuenta cada uno no tienen buena relación y los roces son continuos, mencionan personeros de RN. Como consecuencia, las descoordinaciones y los conflictos son reiterados, por lo que se habla de una “directiva pegoteada que no da para más”. 

Además, hay un factor impredecible en torno al senador Chahuán, ya que tanto aliados como adversarios consideran que es un actor político muy cambiante, por lo que no descartan una arremetida a última hora y retomar sus pretensiones para quedarse con la presidencia de RN.

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Schalper en búsqueda de aliados 

Aún así, la salida del senador de la contienda por la presidencia del partido hizo que Schalper tomara protagonismo y se decidiera por presentar una lista propia para los comicios. El problema aquí era que ya habían otros militantes que habían declarado sus intenciones de competir. 

En consecuencia, el diputado ha tenido que extremar las medidas para encontrar adherentes a su lista. En este contexto, y a sabiendas que el sector ligado a la senadora Núñez no lo tomaría en cuenta para una posible alianza, Schalper ha tenido conversaciones con Orrego y sus compañeros de fórmula, Diego Paulsen y Andrea Balladares. 

Orrego es bien valorado en la interna del partido debido a su despliegue mediático en diversos programas de radio y televisión. Es visto como alguien que se la juega por RN en público y eso le asegura votos. 

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Dentro de su necesidad por encontrar respaldos, apareció un viejo conocido del diputado, el ex presidente de la colectividad, Carlos Larraín, quien a sus 80 años podría optar al puesto de vicepresidente pese a que no ha estado involucrado en la primera línea del partido desde hace casi una década. 

La intención del exsenador es que RN encuentre su identidad en la derecha y compita palmo a palmo con Republicanos. Por ende, ve la lista de Núñez como un peligro para el futuro de la colectividad. 

Justamente, una de las razones que llevan a Schalper a conversar con Orrego es la cercanía que ambos tienen que Carlos Larraín, quien sería la pieza faltante para armar esta lista transversal entre las corrientes de RN para, nuevamente, evitar que el sector más proclive al centro se haga con el control.