El pasado viernes 5 de abril inició la franja electoral para las elecciones de Consejeros Constitucional que se realizarán el próximo 7 de mayo. Sus primeras emisiones este fin de semana han dejado muchos comentarios, tanto positivos como negativos.

El Desconcierto consultó a dos expertos en marketing y comunicación política para que den su diagnóstico acerca de que es lo bueno, lo malo y lo feo de la franja electoral.

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Falta de foco en el tema constitucional 

La mayoría de los sondeos de opinión revelan el poco interés que tiene la ciudadanía en el proceso constituyente. Esto es algo que se ve reflejado en las franjas, según Claudio Salinas, especialista en comunicación política y académico de la Universidad de Chile.

"El proceso constituyente termina siendo una anécdota. Se nota que hay poco esfuerzo, que son campañas poco creativas, con mucho texto, no hay ideas ni argumentos, solo eslóganes", señala.

A su juicio, esto se debe al contexto que atraviesa el país luego de la pandemia y el resultado del plebiscito del 4 de septiembre. "La pandemia generó un antes y un después y pareciera ser que en las campañas estamos en otro Chile que puso entre paréntesis las revueltas sociales y vuelvió a ser un Chile conservador", añade.

Una opinión parecida expresa Cristián Leporati, profesor de marketing político de la Universidad Diego Portales, quien critica que el foco de la franja sean los candidatos en vez de ser el proceso de escritura de la nueva Constitución, lo que lo hace más parecida a una elección parlamentaria.

"Parece una una franja electoral dedicada a promocionar candidatos en una campaña electoral de diputados, senadores o a la presidencia. Es bastante peculiar, porque más bien habla mucho del presente y poco del futuro", advierte.

También adelanta que probablemente se van a guiar más por los rostros que por los pactos, por lo que centrar la franja en ellos puede ser un punto a su favor. A su juicio, los votantes "van a votar más bien por personas que por pactos, en especial porque hay bastante gente desconocida, salvo algunos casos".

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Oficialismo se asume perdedor

Respecto a los recursos audiovisuales utilizados en las piezas, Salinas hace hincapié en el ambiente derrotista que transmiten las listas del oficialismo.

"La izquierda se pone en el plano del perdedor e inconscientemente la exhibición de esas imágenes da cuenta de cómo se están sintiendo al interior de los pactos", puntualiza.

En esa franja "se ocupan planos muy habituales, no se está contando cuál va a ser el futuro de este país, audiovisualmente las imágenes no están comunicando eso. En el fondo, exhiben lo que es la crisis actual. No nos hacen imaginar el proyecto, no hay futuro y (solo queda) administrar un presente conservador que puede durar mucho tiempo. En eso, la derecha lo hace bien en comparación a los pactos de izquierda".

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Por su parte, Cristián Leporati apunta a las mentes creativas detrás de las campañas de Unidad para Chile y Todo por Chile: "Todos saben en comunicación política que es mucho más llamativo y memorable lo negativo y el presente que las esperanzas futuras. Pero hay que saber cómo perfilarlo, que es lo que no hacen los pactos y partidos de la centro izquierda".

"Lo que hacen las propuestas comunicacionales desde de los pactos de izquierda no es eficaz frente a la propuesta de la derecha, que es una propuesta sólida, un buen relato bien producido", concluye.

La derecha sale fortalecida

Cristián Leporati recalca que la oposición deja muy en claro lo que quería comunicar con su franja, con un discurso directo y demoledor, usando conceptos poderosos, basado en "ataques al gobierno" y con la herencia que les dejó el triunfo del Rechazo en septiembre pasado.

De manera contraintuitiva, el especialista explica que el relato de la derecha le da mayor importancia a la narrativa, y no tanto a los rostros consejeros constitucionales, apostando a las personas que buscan votar por pactos.

Salinas también destaca que los relatos dentro de Chile Seguro y Republicanos permiten adaptarse al contexto y usar episodios contingentes en su mensaje.

"El discurso es consistente porque exhiben a sus personeros en torno a situaciones, como al asesinato del carabinero la semana pasada. Eso se ubica plenamente en la dimensión afectiva de la comunicación y con eso creen que basta para persuadir a las personas", cierra.