Los médicos que atienden al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, hospitalizado desde el lunes tras quejarse de molestias abdominales derivadas del atentado que sufrió en 2018, descartaron este martes una nueva cirugía después de superar la obstrucción intestinal que sufría.

De acuerdo con un boletín médico divulgado a primera hora de esta jornada por el Hospital Vila Nova Star de la ciudad de Sao Paulo, el estado de salud del mandatario evoluciona favorablemente con el tratamiento convencional al que lo sometieron, pero aún no hay previsión de alta.

"El estado de suboclusión (obstrucción) intestinal del presidente se deshizo, sin que haya necesidad de cirugía. La evolución clínica y de los exámenes de laboratorio del paciente son satisfactorios", dijo al tiempo que aseguró que hoy iniciará una dieta líquida. No obstante, "no hay previsión de alta", asegura el boletín.

Al líder de la ultraderecha brasileña, de 66 años, lo hospitalizaron de urgencia en la madrugada del lunes luego de que se quejara de molestias abdominales cuando disfrutaba de unos días de descanso en una playa en el sureño estado de Santa Catarina, desde donde lo trasladaron en avión hasta Sao Paulo.

Fue la segunda hospitalización del gobernante en seis meses por el mismo motivo, ya que en julio de 2021 también lo ingresaron al mismo hospital por una obstrucción intestinal, que también superó con el tratamiento convencional y sin necesidad de cirugía.

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Según Bolsonaro sus problemas son recurrentes desde el atentado de 2018

El nuevo boletín lo divulgaron tras la llegada al hospital en la mañana de este martes del doctor Antonio Luiz de Vasconcellos Macedo, jefe del equipo médico que atiende a Bolsonaro desde el atentado y quien interrumpió las vacaciones que disfrutaba en Bahamas para regresar a Brasil y atender al destacado paciente.

En mensajes que divulgó la víspera en sus redes sociales, el presidente recordó que sus recurrentes problemas abdominales son consecuencia del atentado que sufrió el 6 de septiembre de 2018, cuando lo acuchillaron en medio de la campaña electoral para los comicios de octubre de ese año, cuando llegó al poder.

Al agresor lo detuvieron inmediatamente después del ataque, sin embargo, lo declararon inimputable, pues el juez consideró que no estaba en capacidad de responder por sus actos debido a sus problemas mentales.

Ese ataque derivó en cuatro cirugías en el abdomen, pero, desde que asumió su mandato, a Bolsonaro también lo han operado para retirar un cálculo en la vejiga y también lo sometieron a una vasectomía.

La nueva hospitalización se produjo tres días después de que el líder ultraderechista iniciara el último de sus cuatro años de mandato, que comenzó el 1 de enero de 2019 y terminará el 31 de diciembre de este año.

Bolsonaro tiene intención de buscar un nuevo mandato en las elecciones del 2 de octubre de este año, pero las encuestas de opinión lo sitúan muy lejos del favorito, el expresidente y líder de la izquierda brasileña Luiz Inácio Lula da Silva.