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La "variante Piñera"

Por: Jaime Coloma | 11.04.2021
Sorprende que se siga buscando silenciar opiniones tratando de imponer una sola mirada. Y consolidar así esa suerte de realidad-irreal de algunos que no reconocen que el supuesto oasis de Latinoamérica no fue más que un espejismo que, a punta de créditos usureros, precariedad laboral y mucho adorno superficial, nos ha envuelto en la trampa puesta por el factor al que hoy ya le podemos dar nombre: la “variante Piñera”.

Al parecer cada vez se van evidenciando más los manejos de cierta élite económica y política en la construcción de mensajes por parte de los medios de comunicación. Hace un tiempo el presidente de la CPC, Juan Sutil, decide dejar de auspiciar a un canal por considerar que éste no representa la línea de pensamiento de sus empresas, dejando entrever que lo que importa a la hora de poner recursos económicos en un programa no tiene que ver con el éxito en audiencias del mismo sino en que satisfaga un ideario acorde a lo que yo quiero que la ciudadanía piense. Son muchos los que, de alguna u otra manera, han establecido un cierto relato que permea las capas sociales construyendo líderes de opinión específicos y mensajes que satisfagan eso que tan inteligentemente menciona Tomás Moulian, en su libro Chile, anatomía de un mito, el “gatopardismo”, que esconde y potencia una sociedad altamente frívola y dada a la anécdota más que al contenido y la profundización de las ideas.

Los hechos se suman y siguen. Indignación por ciertas palabras de la presidenta del Colegio Médico de Chile, la doctora Izkia Siches, cuando durante una entrevista ocupó el término “infelices”, sin observar que en su relato también plantea que médicos y médicas de nuestro país seguirán trabajando a pesar de las malas condiciones y riesgos porque no dejarán a la deriva a la ciudadanía. Eso no es lo importante, se dice: lo que hay que destacar es la palabra “infelices”, la anécdota. Quizás cuantas veces las frívolas revistas de papel couché, que ya no existen acá, fueron responsables de establecer ciertos relatos como importantes y de potenciar a ciertos líderes de opinión poniendo en la agenda pública un discurso que en el endogámico medio televisivo se expandía como una mancha de aceite y hacía que muchos colegas soñaran con ser parte de tan “prestigioso medio” y, ojala,  lograr una portada sin mediar un juicio crítico respecto a qué se decía y/o mostraba como lo importante.

Suma y sigue. Una asesora de La Moneda, concretamente del presidente Sebastián Piñera, llamó a Miami para mostrar su molestia ante la línea editorial desarrollada por un canal de televisión que ha decidido, por fin, contraprogramar en su lineamiento editorial. La asesora en cuestión, Magdalena Díaz, se quejó ante el dueño de La Red, el empresario mexicano Ángel González, por considerar que “su canal se fue a la izquierda”, como si no observara que todos los otros canales se fueron a la derecha o al neoliberalismo. La verdad es que dan ganas de pensar en que hay que ser bien descarada para ponerse en esa posición, considerando que, en general, salvo medios alternativos, los lineamientos editoriales se establecen prácticamente desde una sola mirada y/o relato.

El turno ahora fue en otro canal de televisión, puntualmente de un comunicador, Julio César Rodríguez, que en una de sus intervenciones en el programa en que trabaja, el matinal de Chilevisión, habla de la “variante Piñera” como otro elemento a considerar en la peligrosidad del virus que nos aqueja en el mundo entero. Pensemos en qué es una variante. La respuesta es obvia y fácil de entender ya que representa una variable en la forma en que se presenta un cierto fenómeno. Es decir, cuando Rodríguez plantea la “variante Piñera” no sólo no miente ni ofende sino que pone un punto importante a considerar y ese es, justamente, el manejo de cómo se ha desarrollado el plan de protección desde todos los aspectos (salud, económico y social) respecto a la pandemia desde la Presidencia.

La “variante Piñera” sin duda que es un factor a considerar, cuando vemos que muchos ex ministros sinceran sus reales puntos de vista una vez que dejan el cargo o pensamos en cómo se le dio un ministerio al ex presidente de Renovación Nacional, Mario Desbordes, para, en mi modesta opinión, acallarlo y alinearlo con el discurso oficialista en curso: el más duro de Chile Vamos. Efectivamente existe la “variante Piñera” en relación al virus, y es un elemento más que importante a considerar, sobre todo si observamos que dicha variante abarca mucho más que el Covid-19 y permea otras capas de la sociedad.

Sorprende que se siga buscando silenciar opiniones tratando de imponer una sola mirada. Y consolidar así esa suerte de realidad-irreal de algunos que no reconocen que el supuesto oasis de Latinoamérica no fue más que un espejismo que, a punta de créditos usureros, precariedad laboral y mucho adorno superficial, nos ha envuelto en la trampa puesta por el factor al que hoy ya le podemos dar nombre: la “variante Piñera”.