Peligrosa tendencia: Fanatismo por las armas crece en Brasil gracias a Jair Bolsonaro
Alentados por el presidente Jair Bolsonaro, muchos brasileños han acudido a las armerías y clubes de tiro. El registro de nuevas armas creció en Brasil casi 60 % entre enero y agosto de 2020, en relación al mismo periodo de 2019, un alza que preocupa a varias ONG por el posible recrudecimiento de muertes derivadas de su uso.
Cumpliendo una de las promesas del presidente de hace casi dos años, el gobierno de Bolsonaro alteró en junio de 2019 diversos decretos y una ley para flexibilizar el acceso a las armas, anulando algunos puntos vigentes del Estatuto del Desarmamento (2003).
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Entre enero y agosto de 2020, más de 105.000 nuevas armas fueron registradas por la Policía Federal, de las que 70.000 corresponden a ciudadanos con permisos emitidos por el Ejército.
Ese número de licencias supone un 59 % más que en los primeros ocho meses de 2019 y el doble de lo concedido durante todo 2018.
Sin embargo, la meta de Bolsonaro de liberar el porte de armas -al estilo estadounidense- choca todavía con el Congreso y el Senado, imprescindibles para poner en marcha una nueva ley.
Industria de las armas con grandes ganancias
Los sectores relacionados con las armas se han beneficiado de las nuevas normas. Carla Manzi, de 55 años, es propietaria de una empresa especializada en diseño personalizado de armamento que no dejó de recibir pedidos, incluso durante la fase más aguda de la pandemia.
"Las armas vienen con un mismo diseño, la mayoría de color negro, sin mucha gracia. Las personas optan por un diseño personalizado para que quede más divertido y para quitar ese estigma de que el arma es una cosa horrible", señaló a Agencia EFE.
Coleccionistas, tiradores deportivos y miembros de fuerzas especiales de la policía son sus principales clientes.
El avance de esa "nueva pasión nacional" también se refleja en el aumento de clubes de tiro en Brasil. Para practicar tiros en locales reglamentados, hay que pasar previamente un test psicológico, uno de tiro y también por una evaluación del Ejército que permita la emisión de un certificado de registro.
Bolsonaro hijo, responsable
Uno de los principales defensores de esa apertura a las armas es el influyente Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente y diputado federal bien relacionado con sectores conservadores de Estados Unidos.
Taurus y la estatal Imbel son las responsables de la mayor cantidad de las armas que circulan en Brasil, mientras las empresas extranjeras que quieren vender en el país enfrentan altos aranceles.
Brasil, un país con índices importantes de violencia, registró en 2018 un total de 41.197 homicidios, 71,1% de ellos por armas de fuego, según datos del Fórum Brasileño de Seguridad Pública y el Instituto de Pesquisa Económica y Aplicada (IPEA).