Senador Navarro por Asamblea Constituyente en Venezuela:

Senador Navarro por Asamblea Constituyente en Venezuela: "Ni Trump ni la OEA podrán boicotear la participación del pueblo"

Por: Camilo Espinoza | 29.07.2017
El candidato presidencial del Partido Pais calificó estas acciones de "presiones indebidas de intromisión" y llamó a "participar democráticamente y darle un voto a la paz" en el país caribeño.

El senador Alejandro Navarro se refirió al proceso de Asamblea Constituyente que se está llevando a cabo en Venezuela y que se votará este 30 de julio.

"Ni el presidente de EE.UU., Donald Trump ni la OEA podrán boicotear la participación del pueblo en la elección de la Asamblea Constituyente que confeccionará una nueva Carta Magna de Venezuela, elegida en referéndum", indicó el legislador.

Para el candidato presidencial del Partido Pais, este domingo "los venezolanos tienen la oportunidad de elegir, de participar democráticamente y darle un voto a la paz; en contra de la violencia que la derecha ha promovido en el país, financiados por Norteamérica con la intención de desestabilizar el gobierno de Nicolás Maduro".

"Cabe destacar que esta elección está legítimamente consagrada en la Constitución de 1999. Por tal motivo, ningún país ni la OEA tienen facultad para cuestionarla ni para exigir que se suspenda", añadió.

El senador reiteró sus críticas ante las "presiones indebidas de intromisión, que se suman a las órdenes que le dan al Secretario General de la OEA, Luis Almagro, para atentar contra la voluntad soberana y democrática de un pueblo".

Respecto a las críticas esbozadas por Donald Trump, puntualizó que "luego de la desclasificación de los archivos confidenciales de la CIA por Wikileaks, la opinión pública internacional al fin tuvo pruebas fehacientes de lo que para muchos era una caricatura, un mito, incluso una invención de los progresistas: que el Gobierno de Estados Unidos ha intervenido sostenidamente en decenas de países en el mundo, ayudando a derrocar presidentes democráticamente electos e impulsando sangrientas dictaduras cuyas heridas aun no terminan de cerrarse".

"Los casos de Guatemala en 1954, de Brasil 10 años después o de la Argentina en 1976, considerada la más sangrienta de las dictaduras de este lado del mundo, son solo muestras de como la política exterior estadounidense y en particular gracias al trabajo de la CIA, afectó y sigue afectando las vidas de millones de personas de otros países, que claramente no votaron por el Presidente de Estados Unidos, pero que aun así tuvieron que sufrir las consecuencias de la intervención extranjera en sus naciones, cuando el gobierno electo no era del gusto de Washington”, concluyó.