Cansados de la contaminación de los concentrados mineros al puerto de Antofagasta, de las superficies llenas de polvo y de las altas tasas de cáncer en la región, el profesor de filosofía Ricardo Díaz junto a otras personas de Antofagasta iniciaron el movimiento “Este polvo te mata”.

Una de las primeras acciones que tomó el movimiento se dio tras el aviso una noche de que los camiones llenos de concentrado se dirigían en ese momento al puerto. Ricardo Díaz, con unas 50 personas, decidieron armar una velatón entremedio. Cuando visualizaban de lejos a los vehículos, Díaz se puso en medio de la calle confiado. “¡No pasarán!”, decía. Tardó un tiempo en darse cuenta de que era el único parado en la calle.

A su rescate llegó un hombre disfrazado de transformer. “¡Yo lo ayudo!”, le dijo a Díaz, y juntos hicieron frente a los camiones.

Ya han pasado años desde esa acción y de los primeros videos virales que “Este Polvo te Mata” empezó a lanzar con gente pasando sus manos por las ventanas de su casa para luego mostrar cómo se habían llenado de polvo en el proceso. Las manifestaciones se han mantenido y han hecho de Díaz un personaje dentro de la ciudad. No es sorpresa el que empezara a aparecer en las encuestas para las próximas municipales, como candidato de Revolución Democrática, partido del que ayudó a formar en el territorio de Antofagasta.

La gente se le acerca en la calle a apoyar su lucha y también le tiran bromas. “¡Yo quiero un polvo que me mate!”, le gritan señoras en la feria.

Pero también ha habido otra clase de consecuencias. A principios de este año, el profesor postuló –vía concurso público- a un trabajo como secretario técnico del Comité Local de Desarrollo Profesional Docente, dependiente de la Seremi de Educación de Antofagasta. Sin embargo no alcanzó a durar mucho en el cargo. A un mes de haber asumido, y durante una visita de Michelle Bachelet a la región, Díaz y otras personas desplegaron durante un acto un lienzo que decía: "Señora Presidenta Este Polvo Te Mata, los niños están contaminados".

“Nos dijeron que por qué estábamos operando en contra de la presidenta, que no puede tener ese tipo de agravio. Yo planteé que ella, ante un caso de contaminación evidente, no había tomado la decisión política de sacar los concentrados de la ciudad. Esto es una decisión política, porque el puerto de Antofagasta es una empresa pública que nos contamina. Codelco, otra empresa pública, es la que acopió gran parte de los metales pesados que contaminaron Antofagasta. En el fondo fue el Estado el que decidió sacrificar Antofagasta”, asegura Díaz.

El dirigente fue despedido al poco tiempo. En paralelo, se habían reunido ocho mil firmas para pedir una audiencia a Bachelet para tratar la contaminación en Antofagasta. “Aún para cuando la señora Presidenta habría sido grato reunirse con usted, lamentablemente compromisos contraídos con anterioridad le impedirán concertar dicha reunión en una fecha y hora determinada, razón por la cual agradecemos contar con su comprensión”, fue la respuesta de parte de la Presidencia, la cual Díaz calificó en La Estrella del Norte como que lo hubieran “mandado a la FIFA”.

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Estas son algunas de las razones por las que el profesor se aburrió de chocar con las autoridades y decidió iniciar su carrera por la alcaldía de Antofagasta, oficializada este lunes ante el Servel con los dirigentes políticos de Revolución Democrática.

¿Cuáles eran las piedras de tope que habías encontrado en el municipio a las demandas que venían planteando como movimiento?
-Uno ve que las autoridades no hacen lo que tienen que hacer. Todo este problema del galpón en Antofagasta surge porque las autoridades del momento no denunciaron. Hemos tenido casos de contaminación históricos: el agua, el arsénico, el caso de los niños contaminados de plomo, que partió por otro caso de acopio del plomo de Bolivia. Tenemos historias de contaminaciones, por lo que cuando se levanta un proyecto como este galpón en Antofagasta, y que el municipio no diga nada, y que no haga ninguna observación -en ese tiempo estaba Marcela Hernando, actualmente diputada, de alcaldesa- eso muestra que en realidad las autoridades están en una falta de sintonía con los ciudadanos que es tremenda.

¿Cuál ha sido la gestión de la actual alcaldesa Karen Rojo al respecto?
-Cuando nosotros le entregamos este caso en octubre de 2013 le dijimos: "Usted por un tema de uso de zona libre, tiene el derecho a demoler parte del galpón". La respuesta fue bastante tibia: "Oye pero esto es Luksic, ustedes saben que si me voy en contra de ellos me pueden matar mi carrera". Pero luego en el programa “Esto No Tiene Nombre” ella salió a hacer una acción al ver que era la tele nacional. La sintonía es otra. Después de que salió en la tele no hemos sabido nada. Incluso en la Corporación Municipal de Desarrollo Municipal, está sentada la empresa como socia.

¿Ve algún cambio con otros representantes como Alejandro Guillier?
-Mi visión de el senador Guillier es que él está más preocupado de su precandidatura presidencial que de Antofagasta, de hecho ni lo vemos en la región. Ojalá esto se sepa. Hay una mirada de él a nivel nacional que yo sé que muchos lo quieren y lo miran con mucho aprecio, y cuando él postuló a senador también nos vendió a todos la misma idea, de que él viene a hacer algo distinto. Pero realmente no ha sido nada distinto. Las actuaciones de él han sido las de un político muy tradicional.

¿En qué se ha manifestado esto?
-Nosotros con el movimiento Este Polvo te Mata le pedimos una ley de polimetales, yo quisiera que él mostrara qué avances ha hacho con ese proyecto de ley. Yo no necesito que ande marchando, sino que haga leyes. El otro senador, (Pedro) Araya, con la ministra (Javiera) Blanco prometieron un Tribunal Ambiental que debería estar funcionando desde hace dos años en Antofagasta. Pero fueron puras promesas. Nosotros por ejemplo tenemos una demanda y no podemos hacer el mismo seguimiento que hace la empresa porque no nos podemos estar trasladando siempre a Santiago.

¿Han logrado producir un cambio respecto a las empresas?
-Bueno, a ATI nunca la habían fiscalizado hasta que nosotros levantamos el movimiento y la fiscalizaron 28 veces en el año. Lo que me provoca desazón es que ante las movilizaciones hay una actitud incluso más responsable de la empresa -que tiene que reaccionar porque el negocio se les está embarrando-, que de las autoridades, que insisten en tapar el sol con el dedo. Lo hemos visto en el Sename ahora también.

¿Cuáles son los objetivos de tu candidatura?
-Tiene que ver con incentivar mayor participación de la gente, pero a la vez elevar niveles de calidad. Por ejemplo todo ese tren que trae metales pesados podría ser un tren urbano para conectar la gente. Tampoco tenemos centro oncológico a pesar de las tasas de cáncer. También hay un grupo un poco populista que tiende a culpar a los migrantes de toda la delincuencia, eso genera violencia. Yo creo que Antofagasta es una ciudad multicultural donde todos podemos vivir. Las autoridades hablan del barrio rojo y en el fondo quieren tirarlo debajo de la alfombra. Yo creo que hay que rescatar el centro de Antofagasta, en lugar de tener el típico discurso de la delincuencia hay que recuperar los espacios públicos y que la gente se apropie de ellos.