Biohacking: la nueva práctica que mezcla hábitos saludables y tecnología para "hackear" tu cuerpo y potenciar el bienestar
Cada vez más personas se preocupan por su bienestar físico y mental, sin embargo, en esta nueva era lo hacen en conjunto de herramientas tecnológicas, lo que les permite medir el rendimiento en tiempo real y con mayor precisión.
A esto se le conoce como biohacking, práctica que busca la optimización del cuerpo y la mente a través de mediciones científicas.
De hecho, Chile ya cuenta con un centro dedicado a este enfoque convirtiéndose en el primero de Sudamérica, prometiendo cambios como maximizar la vitalidad, potenciar la longevidad y optimizar el funcionamiento del cuerpo.
Miguel Silva, especialista del centro Younique, explica que "a través del biohacking se pueden ajustar niveles de micronutrientes, cuyos efectos ocurren silenciosamente a nivel celular. Aunque no siempre son perceptibles de inmediato, muchos pacientes reportan mejor calidad de sueño, más energía y un descanso reparador”.
Para ahondar en este enfoque Evelyn Benavides, especialista en medicina del sueño, explica que el nuevo modelo busca que personas sanas se preocupen de su salud, a diferencia del enfoque tradicional en el que los pacientes se tratan solo cuando se enferman.
"El modelo tradicional ataca patologías de alta prevalencia como hipertensión, diabetes u obesidad, pero aún falta avanzar hacia convencer a las personas de estar sanas, no solo de no estar enfermas”, indica.
¿Qué hábitos forman parte del biohacking?
Dietas específicas enfocadas a mejorar el rendimiento durante el día, implementos para potenciar el sueño —como gafas especiales— y la generación de melatonina.
También se incluyen ejercicios de meditación, manejo del estrés, terapias de luz roja, entre otros. El objetivo es sacar el máximo provecho al cuerpo con hábitos saludables.
¿Qué rol cumple la tecnología?
El biohacking también combina los hábitos de la rutina diaria con el uso de tecnología, como por ejemplo los smartwatches.
“Estos dispositivos pueden alertarnos sobre niveles de antioxidantes al medir carotenoides en la piel. Es un indicio del envejecimiento celular y de posibles carencias nutricionales. Esa alerta puede derivar en exámenes más profundos y permitirnos optimizar la alimentación o suplementar antioxidantes de manera oral o endovenosa”, menciona Silva.
