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Alcalde de Puerto Varas: “El modelo de rellenos sanitarios está obsoleto. Queremos convertir La Laja en un centro de tratamiento de residuos”
"Me parece urgente que logremos despejar esta dimensión ideológica que afecta a decisiones que lo único que buscan es proteger a nuestra comunidad", aseguró. Foto: Radio Sago

Alcalde de Puerto Varas: “El modelo de rellenos sanitarios está obsoleto. Queremos convertir La Laja en un centro de tratamiento de residuos”

Por: María del Mar Parra | 11.12.2025
Modernizar la gestión de basura con tecnología y economía circular, limpiar el lago Llanquihue con moluscos nativos o poner un mínimo de condiciones a los loteos en suelos rurales son algunas de las iniciativas que impulsa el alcalde de Puerto Varas, Tomás Gárate, para el futuro de la comuna.

Aunque parece que la belleza natural de Puerto Varas es interminable, la comuna enfrenta desafíos ambientales como la gestión de basura, descontaminación del lago Llanquihue y regulación de los loteos en suelos rurales. En entrevista con El Desconcierto, el alcalde Tomás Gárate da a conocer las iniciativas que aprovechan estas problemáticas para situar a Puerto Varas a la vanguardia en la innovación verde, con soluciones tecnológicas y también basadas en la naturaleza.

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-Puerto Varas es conocido en todo Chile por su paisaje ligado al lago Llanquihue, pero estudios de la Universidad de Chile han encontrado contaminantes como coliformes fecales en zonas de Puerto Varas o Puerto Octay. ¿Qué se está haciendo desde la municipalidad para abordar esta situación?

La historia de contaminación del lago Llanquihue es larga y ha sido un punto de tensión entre ciudades de la cuenca. Es importante diferenciar dos escalas: El lago Llanquihue como ecosistema lacustre se encuentra en buen estado ecológico. Estudios han determinado que su estado es oligotrófico, lo que significa que tiene un alto nivel de oxigenación y con baja presencia de plantas y nutrientes. No es un lago saturado en términos globales como ocurre en otros lagos del sur. Pero haciendo un zoom hay ciertos puntos en los cuales se identifican focos de contaminación principalmente con coliformes fecales y eso se debe a que hay 273 viviendas que históricamente no están conectadas al alcantarillado y descargan las aguas servidas directo a quebradas, esteros y luego la bahía.

Hemos monitoreado esa situación durante tres años, por lo que tenemos una comprensión bien robusta de los puntos críticos, el momento del año en que ocurre la contaminación y estamos pasando a la acción. Desarrollamos proyectos para conectar estas viviendas al alcantarillado para frenar la contaminación, y soluciones basadas en la naturaleza para hacernos cargo de los contaminantes que ya están en el lago. Estas soluciones son el diseño de humedales fitodepuradores que queremos instalar en quebradas, y la otra es que estamos investigando las cualidades de un molusco filtrador nativo del lago Llanquihue. Estamos analizando la posibilidad de reintroducir esta especie en el lago y reproducirla para que filtre el agua y así mejorar su calidad.

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-Otro gran desafío de Puerto Varas tiene que ver con la gestión de residuos y sobre todo del relleno sanitario La Laja que recibe la basura de todas las comunas de la provincia. Este relleno ha sido objeto de sanciones por emanación de gases y olores. ¿Cómo se pueden contrarrestar esos impactos?

Tuvimos un momento crítico hace cerca de dos años atrás y a partir de eso tomamos varias decisiones. En primer lugar una fiscalización agresiva en el buen sentido de la palabra para verificar los estándares y condiciones de operación que están establecidas en la ley y que no se estaban cumpliendo. Por ejemplo, el frente de trabajo que es la herida abierta del relleno sanitario donde cada día llega la basura y eso está abierto sin cobertura. Mantenerlo controlado es fundamental porque eso determina cuánto gas se fuga al entorno.

En segundo lugar se instalaron nuevas antorchas que queman el metano para evitar su dispersión. Luego está la mejora del material de cobertura para garantizar la impermeabilización del sitio de disposición y por último un sistema de medición interno de olores, para poder determinar cuando hay un peak de mal olor. En este sentido se facilitó una app a la comunidad para que puedan denunciar directamente los malos olores, y esa información se cruza con el monitoreo interno para fiscalizar o descartar que haya una situación que corregir.

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-El relleno tiene una vida útil limitada. ¿Se han pensado otras alternativas de gestión para cuando esta llegue a su fin?

Como alcalde estoy convencido de que el modelo de rellenos sanitarios está obsoleto. Es una tecnología del pasado y no una solución para el futuro. La Laja recibe 550 toneladas de residuos al día de nueve comunas y si proyectamos esto a futuro es insostenible. Si se acaba habría que construir otro, en otro sitio, con más externalidades. Entonces hemos decidido, gracias al acompañamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), diseñar una solución definitiva a la gestión de residuos. Es algo que no existe en Chile y lo que queremos es transformar el relleno en un centro de tratamiento integral que permita mediante distintas tecnologías y estrategias valorizar 50% de los residuos que llegan al relleno al 2035, creando también un nuevo modelo de economía circular que integre a las y los vecinos. Este proceso está en una primera etapa de prefactibilidad pero estamos contra el tiempo.

El relleno tiene una vida útil hasta el 2034. Para reducir la presión del relleno mientras ideamos esta alternativa, estamos avanzando con la recolección de residuos reciclables orgánicos e inorgánicos en cuatro comunas de la provincia. Estos son recibidos por un centro integral piloto donde lo que no sirve se descarta y el resto se enfarda y se distribuye en destinatarios finales que transforman este residuo en materia prima y lo reinserta en el mercado. En las casas de los vecinos no solo pasa el camión de residuos inorgánicos sino también uno de residuos orgánicos. Este avance requiere un cambio cultural pero ha tenido muy buena aceptación. También estamos trabajando en una red de recolección de residuos orgánicos específica para escuelas y en la entrega masiva de vermicomposteras para transformar estos residuos en los mismos hogares.

-Otro tema que ha afectado mucho en comunas de la región como Puerto Montt es el loteo de suelos rurales para venta de parcelas, que termina generando urbanizaciones en zonas que no tienen la infraestructura para recibirlas. ¿Cómo han enfrentado este problema en Puerto Varas?

Hace algunos años tomamos decisiones drásticas que incluso llevaron a paralizar algunas parcelaciones en la comuna, amparados por facultades que nos entrega la Ley General de Urbanismo y Construcción. Se masificó un modelo de desarrollo habitacional irregular que tiene externalidades de las que no nos estamos haciendo cargo. Solo para ponerlo en números, el total de superficie urbanizada en la comuna con esta modalidad equivale a 17 veces el tamaño de la ciudad de Puerto Varas. Todo eso se ha urbanizado en zonas rurales sin normativa, sin estándares y hay proyectos buenos pero también proyectos muy malos que ponen en juego la calidad de vida de quienes llegan a vivir ahí y de quienes ya habitaban el lugar.

Hay proyectos habitacionales en zonas de riesgo por erupción volcánica, en zonas de riesgo por aludes, en suelos con alta aptitud agrícola. Con la alcaldesa de Valdivia presentamos una propuesta de ley para regularizar esto y crear un marco de desarrollo de proyectos habitacionales en zonas rurales con ciertos estándares mínimos que minimicen las externalidades negativas, y que nos permita revisar los proyectos y verificar que tengan permiso de edificación, que tengan calles, que tengan un sistema de gestión de residuos, que tengan agua potable, que generen un mínimo de espacios públicos y áreas verdes.

-Puerto Varas fue de las pocas comunas en generar en el plazo correspondiente un Plan Comunal de Cambio Climático, pero este fue rechazado por el Concejo Municipal. ¿En qué estado está este proceso y cuáles son los pasos a seguir?

Efectivamente tenemos la determinación de que enfrentar el cambio climático es una urgencia y un mínimo de responsabilidad con nuestra comunidad y con las generaciones futuras. A raíz de ello tenemos una alianza estratégica con el CAF  través del programa de Biodiverciudades del que Puerto Varas es parte. Así impulsamos un plan de acción climática para la comuna con instituciones académicas especializadas como el Centro de Desarrollo Urbano Sustentable de la Universidad Católica. Queremos tener un plan climático de alto estándar y que sea un referente para comunas que no han podido iniciar este proceso. Lamentablemente no logramos aprobarlo en el Concejo Municipal y me parece lamentable ya que a mi parecer no hay una razón de fondo real para rechazar el plan sino una predisposición ideológica a rechazarlo.

Al no lograr el quórum en el concejo decidimos hacer una consulta ciudadana para que la comunidad también tuviese oportunidad de manifestarse. La consulta ciudadana arrojó un 95% de apoyo al plan, por lo que hay una incoherencia entre lo que quiere la comunidad y lo que se manifiesta en el consejo. Lo que hicimos fue enviar todos estos antecedentes a Contraloría para que se aclare qué facultades tenemos como Municipalidad de poder avanzar en esto entendiendo que la ciudadanía lo avala y que la ley mandata a las municipalidades a desarrollar planes contra la crisis climática, por lo que estamos impedidos de responder a un mandato legal.