Redes agrícolas rojas: El innovador método japonés que disminuye hasta 50% el uso de pesticidas en cultivos
Japón está optimizando el manejo de plagas sin la necesidad de químicos mediante una innovación agrícola realizada por investigadores del Centro de Agricultura, Silvicultura y Pesca de la Prefectura de Kyoto y la Universidad de Tokio, quienes comprobaron que las redes de color rojo reducen el daño causado por insectos en cultivos de puerros Kujo: una alternativa sostenible a los pesticidas tradicionales.
El estudio, liderado por el profesor Masami Shimoda de la Escuela de Graduados en Ciencias Agrícolas y Biológicas de la Universidad de Tokio, comprobó que estas redes disminuyen entre un 25% y un 50% la necesidad de aplicar insecticidas. Además, los cultivos protegidos con esta tecnología mostraron mejor calidad comercial gracias a la reducción de daños.
La clave de esta innovación reside en la visión limitada de los insectos. "La mayoría de los insectos no tienen fotorreceptores rojos en los ojos y les resulta difícil ver el color rojo, por lo que nos pareció curioso que se pudiera utilizar un color invisible para controlarlos", comentó Shimoda.
Eficacia comprobada
Tras intentar con redes rojas, blancas, negras y combinaciones de estos colores, los investigadores testaron su efectividad contra los trips de la cebolla, una plaga que soporta insecticidas y ataca cultivos alrededor del mundo. Ya sea en pruebas de laboratorio o de campo, las redes rojas demostraron su superioridad.
Incluso, las redes con estas características con mallas amplias fueron más efectivas que las convencionales con aberturas menores. Este descubrimiento modifica la idea de que las dimensiones de las mallas son un factor condicionante en el control de plagas.
Otras ventajas
Sumado al control de plagas, este método ofrece beneficios complementarios para los agricultores, ya que las aberturas más grandes mejoran la ventilación de los cultivos, disminuyendo el riesgo de infecciones fúngicas y facilitando el acceso a la luz solar. Asimismo, el mejor flujo de aire controla las temperaturas dentro de los invernaderos, mejorando las condiciones de trabajo.
Pese a que las redes rojas implican un costo inicial mayor a los pesticidas, su durabilidad las posiciona como una inversión rentable a largo plazo. "Estas nuevas mallas rojas son más caras que los pesticidas, pero son económicas porque pueden usarse durante años", recalcó Shimoda, añadiendo que eliminan el trabajo intensivo de la fumigación.
El investigador estipula que si los consumidores se interesan por una agricultura más sostenible, esta solución se extenderá ampliamente. Su visión incluye desarrollar redes que mantengan el efecto repelente sobre las plagas sin parecer rojas al ojo humano, reduciendo costos de fabricación y aumentando la durabilidad.