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Subdirector de Sustentabilidad UC sobre SIBICO:
Foto: SIBICO UC

Subdirector de Sustentabilidad UC sobre SIBICO: "En una semana agotamos el stock de bicicletas disponibles para prestar"

Por: Pablo Oyarzún | 04.11.2025
La iniciativa SIBICO UC ofrece préstamos gratuitos de bicicletas a la comunidad universitaria. El programa, que comenzó en 2020 con 25 bicicletas, hoy cuenta con una flota de 180 unidades que se agotaron en solo una semana tras el lanzamiento de su nueva plataforma digital.

La Pontificia Universidad Católica de Chile lanzó recientemente una nueva plataforma digital para SIBICO UC, su Sistema de Bicicletas Compartidas que permite a estudiantes, académicos y funcionarios acceder gratuitamente a bicicletas y equipamiento de seguridad. 

El programa, que nació en 2020 en pleno contexto de pandemia, busca promover la movilidad sostenible y reducir la huella de carbono institucional.

En entrevista con El Desconcierto, el subdirector de la Dirección de Sustentabilidad de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Víctor Suazo, abordó el relanzamiento de la plataforma SIBICO UC. El programa que inició con 25 bicicletas, hoy cuenta con una flota de 180 unidades que se agotaron en solo una semana. "Tenemos una demanda creciente y es un desafío ampliar la flota", asegura Suazo.

Foto: SIBICO UC

El origen de SIBICO UC

—¿Cuál es el objetivo de esta nueva plataforma SIBICO UC?

El programa SIBICO, que es el sistema de bicicletas compartidas que tenemos en la universidad, surgió el año 2020, en el marco de la pandemia, con el principal objetivo de ofrecer una alternativa de transporte seguro. Consideramos que la bicicleta, además de ser un modo de transporte activo, era un facilitador. Hoy, con cinco años de experiencia del programa, lanzamos esta plataforma que busca agilizar el proceso de préstamo de bicicletas para la comunidad UC.

Este es un programa que considera el préstamo gratuito de bicicletas, cascos, chalecos reflectantes, luces y candados para cualquier persona que sea parte de la comunidad: estudiantes, académicos y funcionarios. El principal objetivo es que las personas puedan usar la bicicleta como medio de transporte cotidiano, no solamente para trasladarse entre campus o dentro del campus.

Teníamos un modelo análogo, básicamente a través de correo electrónico, que emulaba lo que hacía la Biblioteca UC al prestar un libro, pero nos metió muchas etapas intermedias. Lo que estamos buscando con esta plataforma actual es agilizar y optimizar el proceso de préstamos.

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—¿Este programa es para todos los campus o solo para el Campus San Joaquín?

Es un programa destinado a todos los campus. Lo que tenemos concentrado en Campus San Joaquín es la bodega donde hacemos los préstamos de las bicicletas, porque nos permite un mayor control operativo. Hay que hacer las mantenciones, tenemos una infraestructura construida donde se almacenan las bicicletas. Pero el préstamo está dirigido a cualquier integrante de la comunidad.

Tenemos como universidad un campus en Villarrica, que también es bastante más pequeño que Campus San Joaquín, Casa Central, Oriente o Lo Contador, pero ahí también tenemos algunas bicicletas, y vamos a ampliar la flota el próximo año. 

Foto: SIBICO UC

Relanzamiento exitoso

—Con el cambio de la plataforma, ¿ha aumentado la cantidad de solicitantes para adquirir bicicletas?

Lo que nos pasó es lo que llamamos un “buen problema”: agotamos los préstamos en una semana. Se nos agotó el stock de bicicletas disponibles. Tenemos una flota actual de cerca de 180 bicicletas, y se prestan por un periodo de hasta cuatro meses. Tenemos casos de estudiantes que nos escriben para decirnos que ocupan la bicicleta para todos sus traslados, y ahí hacemos extensiones, les renovamos el préstamo. Pero luego del lanzamiento de la plataforma nos quedamos sin stock de bicicletas y ahora estamos en un proceso en que quienes están cumpliendo su periodo de préstamo nos están devolviendo algunas.

—¿Cuánto tiempo se puede demorar una persona en realizar una solicitud y que esta se apruebe?

Ingresar la solicitud es muy fácil y rápido. Debe tomar tres o cuatro minutos. Y la aprobación también es sencilla, porque para nosotros lo que visualizamos en la plataforma es que ingresa una solicitud y uno solamente aplica aceptar en caso de que sea una persona de la UC. Estamos dando como 24 horas como máximo para aceptar o rechazar las solicitudes, pero en la práctica han sido bastante más ágiles porque la plataforma se llenó de solicitudes, entonces fue intensivo el proceso de aceptación.

Huella de carbono

—Respecto al relanzamiento de SIBICO y la disminución de la huella de carbono en la universidad, ¿tienen proyecciones del impacto que puede generar este programa?

Uno de los componentes que más tributa a la huella de carbono institucional es el transporte. Son tres grandes ítems: transporte cotidiano, que son básicamente los viajes que realiza la comunidad; viajes de larga distancia, que son principalmente viajes en avión, académicos cuando van a congresos; y energía. Nuestra expectativa es ir reduciendo la huella de carbono institucional, pero el transporte es un tema complejo de atender porque finalmente las decisiones se centran en cómo las personas organizan su cotidiano. No es tan fácil, por ejemplo, bajar a alguien del auto para que se suba a la bicicleta.

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Lo que estamos considerando, si bien puede no tener un efecto directo o inmediato sobre la huella de carbono institucional, es facilitar el equipamiento y la infraestructura necesaria para que la gente empiece a utilizar más la bicicleta. Tenemos expectativas mesuradas, porque sabemos que es complejo bajar a alguien del auto y subirlo a que se suba a pedalear. Estamos promoviendo un paso gradual hacia modos de transporte más sustentables.

En concreto, si hay alguien que usa el auto de manera individual para hacer sus trayectos, estamos promoviendo que se utilice el auto compartido. Si tiene un compañero de curso o un colega que vive relativamente cerca, que se puedan compartir el auto y los gastos, y eso se traduce en un menor impacto sobre el medioambiente.

Nuestra expectativa respecto a SIBICO es atender esa dimensión de facilitar el acceso al medio de transporte activo, entre ellos la bicicleta, disponiendo de los equipamientos necesarios. Hay otras complejidades como facilitadores o barreras para poder pedalear más. Nos hemos dado cuenta de que el tema de infraestructura es uno probablemente de los más delicados. Tener buena infraestructura de transporte para la bicicleta es un facilitador. Así como no tenerla genera barreras.

Hemos hecho algunas encuestas donde, por ejemplo, el tema seguridad vial aparece con relevancia como algo que facilita o dificulta el pedalear. Está la seguridad, está la infraestructura, está el equipamiento. Esas son las grandes dimensiones de lo que estamos viendo.

Foto: SIBICO UC

Movilidad sostenible en la UC

—¿Crees que la movilidad sostenible es el futuro de la UC, sus alumnos, funcionarios y académicos?

Creo que es una dimensión delicada por lo que comentaba, porque tiene que ver con decisiones cotidianas y esas están permeadas por un conjunto de otros factores: la seguridad, la infraestructura, los trayectos, los orígenes, los destinos.

A nivel individual podría decir que es difícil bajar el consumo energético de manera significativa porque hay otras cosas que pueden tributar mucho más: la infraestructura, los equipamientos, la tecnología. Pero a nivel de transporte es una decisión tan cotidiana que creo que ahí sí hay un espacio en el cual la comunidad puede explorar otras formas de movilidad sustentable.

Hay algunas cuestiones contextuales que son fundamentales, como por ejemplo los proyectos de infraestructura a nivel urbano, a nivel ciudad, que han habido en el último tiempo o que están en curso, que deberían contribuir a promover el uso de la bicicleta. El proyecto Nueva Alameda Providencia creo que es parte de eso. Es una muy buena infraestructura que podría permitir que personas que hasta el momento no se han animado a andar en bicicleta o por distintos motivos se les dificulta más, puedan hacerlo.

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Desafíos y proyecciones

—Con el éxito de la iniciativa y considerando el universo de personas en todos los campus, ¿cómo van a extender esto? ¿Están considerando gestionar alguna alianza con alguna empresa para aumentar la cantidad de bicicletas disponibles?

Para nosotros hoy es un desafío. SIBICO partió con muy pocas bicicletas, 25 en el año 2020 cuando se creó, luego se sumaron 25 adicionales, y el año 2023 hicimos una inversión grande para aumentar la flota a lo que tenemos actualmente: cerca de 180 bicicletas. Es una proporción menor respecto a la cantidad de estudiantes, funcionarios y académicos que tiene la universidad.

Hace algunas reuniones aparece esa necesidad: ¿cómo ampliamos la flota frente a una demanda que aparentemente es amplia por el uso de la bicicleta? Abrimos un facilitador, que en este caso es una plataforma, y muchas personas tienen el interés de hacer una reserva. Tenemos que ver si efectivamente es una reserva para el uso cotidiano o se traduce en otros usos. Hacemos una encuesta de entrada y salida con las personas que nos piden los préstamos, y hay quienes la usan todos los días, algunos días a la semana, hay quienes la usan por cuestiones más recreativas, los fines de semana.

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Hasta el momento no tenemos ningún acuerdo con ninguna empresa para ampliar la flota, pero es un desafío actual para nosotros como universidad: cómo logramos ampliar la flota y el stock de bicicletas respecto a la creciente demanda que hemos tenido tras el lanzamiento de la plataforma.

Esta lógica de sistema creo que es fundamental para nosotros. Como universidad, que somos una institución de educación superior, podemos disponer de cierto equipamiento que facilite la elección de la bicicleta como un medio de transporte cotidiano, pero esto hace sinergia y se relaciona con otras lógicas del sistema, que es la infraestructura pública, como las ciclovías, estos espacios también de intermodalidad, como “Línea Cero” de Metro. Cualquier iniciativa que se haga como un empuje desde una institución de educación superior está inevitablemente relacionada con la infraestructura de transporte que existe a nivel urbano.