Este viernes la Fiscalía Regional de La Araucanía confirmó la captura de Tomás Antihuen (22), luego de 11 meses prófugo tras el asesinato de tres uniformados de la institución al sur de Cañete, en la Región del Biobío.

Antihuen era el último imputado que faltaba por capturar y que gracias a un error en su plan por mantenerse prófugo facilitó la tarea de la fiscalía y de Carabineros.

Los otros tres imputados se mantienen en prisión preventiva tras haber sido detenidos en julio de 2024 en operativos en Cañete y Santiago.

Su captura se concretó a unos 10 kilómetros del suceso y tras su detención se encontró el arma que uno de los uniformados asesinados portaba el día del crimen: una subametralladora UZI, según reveló la investigación de Biobío.

Si bien portaba el arma en sus manos al momento de que los policías entraron a la vivienda, el imputado no opuso resistencia.

¿Cuál fue la pista para encontrar a Tomás Antihuen?

El imputado se mantuvo prófugo desde el 27 de abril de 2024, día en que se cometió el brutal crimen de los tres uniformados de la institución.

Antihuen buscó refugio en la cabaña de un familiar ubicada en cercanía del Lago Lleulleu, en la provincia de Arauco, vivienda que era investigada por la fiscalía desde que la causa se abrió.

Según la investigación de Biobío, el ente persecutor y funcionarios policiales venían rondando el territorios desde hace dos semanas.

Finalmente, y mediante un contacto visual que confirmó la presencia de Antihuen en la cabaña, el Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE), integrado por un equipo de 15 uniformados, acudió al lugar para ejecutar su detención.