Conaf tiene por delante una profunda transformación que está a punto de concretarse luego de que el proyecto para crear el Servicio Nacional Forestal (Sernafor) de los últimos pasos en el Congreso, para resolver discrepancias concretas en Comisión Mixta.

Así, los roles que cumple esta institución quedarán divididos en dos instituciones nuevas. El Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), aprobado en 2024 y en proceso de implementación, se encargará de administrar las 110 áreas protegidas del Estado, como Parques y Reservas Nacionales. Esta institución quedará bajo el alero del Ministerio de Medio Ambiente.

Y ahora el Congreso da los últimos pasos para crear el Servicio Nacional Forestal (SERNAFOR) que convierte a Conaf en una institución 100% pública para el combate de incendios forestales, el fomento de la actividad forestal y las prácticas sustentables de esta industria, pero sobre todo con una vocación más enfocada a resguardar y recuperar el bosque nativo.

Conaf y los bosques

Esta transformación busca responder a una crítica de larga data sobre los roles opuestos de Conaf, que por un lado está llamada a incentivar la industria forestal, y por otro lado tiene a su cargo la protección de la naturaleza del país.

El choque entre estos roles quedó en evidencia en 2020 cuando la Contraloría declaró ilegales cientos de planes de manejo otorgados por Conaf desde 2008 hasta dicha fecha, para reemplazar el bosque nativo por monocultivo para exportación.

Estos planes habilitaron la tala de 22 mil hectáreas de bosque nativo sobre todo en la zona central del país, afectando más que nada al bosque más amenazado de Chile: el bosque esclerófilo, con especies como quillay, litre, boldo o peumo. Conaf suspendió esta práctica tras el dictamen de Contraloría, recibiendo una fuerte oposición de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), cuyo gremio se beneficiaba del cambio ilegal de uso de suelo.

Con la creación del Sernafor, Conaf deja de ser una corporación pública de derecho privado, a ser un servicio 100% público, que por ende tiene atribuciones nuevas para proponer o cambiar leyes y normativas que protegen el bosque nativo.

Además, al gestionar el bosque nativo, el Sernafor deberá coordinarse con el SBAP, cuyo mandato principal es conservar la biodiversidad del país, y que tiene la facultad de crear planes de restauración ecológica para zonas y ecosistemas degradados, como el mismo bosque esclerófilo.

Los funcionarios del Sernafor que ejecuten labores de fiscalización tendrán la calidad de ministros de fe ante hechos constitutivos e infracciones de competencia del servicio. La nueva institución deberá llevar un catálogo de los árboles y plantas que mejor se adaptan a cada lugar de Chile, para considerarlos para el arbolado urbano.

Sernafor y polémicas

El proceso para crear el SBAP y el Sernafor ha sido largo y polémico, ya que chocan las visiones de la industria forestal, de los sindicatos de Conaf que temen por su futuro laboral, y de los ambientalistas y científicos que piden más facultades para frenar el deterioro ambiental del país.

Han ocurrido paros de trabajadores de Conaf en respuesta a este proceso, y hoy en día algunos sindicatos están a favor de la creación del servicio, pero otros se mantienen en contra. Además, organizaciones ambientales han alertado presiones de la industria forestal en el proceso legislativo, para quitarle atribuciones al SBAP durante la creación del Sernafor.