En la semana en que se están conmemorando 15 años del 27-F, donde el país enfrentó un megaterremoto y un tsunami que afectaron a la zona centro sur de él, contactamos a Daniela Isabel Muñoz,quien pertenece a Médicos sin fronteras.

La chilena es arquitecta y trabaja como logista desde el mismo evento que golpeó a Chile, por lo que desde su labor como encargada de gestionar los recursos materiales para que la organización pueda realizar su trabajo médico y humanitario, accede a conversar con El Desconcierto.

- ¿Qué tan preparado evidenció estar Chile para un evento de esa magnitud?

Tengo sentimientos encontrados con respecto a eso. Sé que Chile tiene una estructura y tiene experiencia en este tipo de eventos. Y si lo comparas con algunos otros países, estamos, mucho, mucho más preparados.

Pero al mismo tiempo, creo que la respuesta-emergencia de las primeras horas, es algo que hay que reforzar siempre, que la burocracia interna no nos bloquee estar antes de las 24 horas en los lugares donde realmente se necesita y poder tener toda la información necesaria de primera fuente rápido. Eso es lo fundamental.

Corte de las carreteras y comunicaciones, lo más complejo

- En términos del impacto humano, ¿qué infraestructura dañada fue la más importante?

Dentro de lo más complejo, quizás tenía que ver con que se habían cortado las comunicaciones y se habían cortado las carreteras, entonces la búsqueda de información de saber exactamente qué había pasado, y dónde estaban las personas que más lo necesitaban, y cómo hacíamos para llegar hasta esos lugares los materiales para que los colegas médicos pudieran trabajar, yo creo que eso era lo más complejo.

Y al mismo tiempo, dentro de toda esta confusión, la falta de coordinación entre muchos actores, había muchos, muchos voluntarios de distintas organizaciones que quizás hacíamos lo mismo, por un lado...

Pero al mismo tiempo, esp faltaba en otro, entonces la coordinación general de todos los actores que estaban involucrados en la ayuda o en la respuesta, fue lo más complejo de manejar.

Y a nivel un poco más humano, el hecho de saber que había pueblos enteros que habían sido arrasados por el tsunami en Dichato, por ejemplo. Y que tenían gente que lo había perdido absolutamente todo, que ya no sabía ni siquiera dónde estaban, dónde estaban sus casas.

Entonces, a nivel psicológico creo que para toda esa gente fue mucho más fuerte, porque no tienes de dónde afirmarte.

No se podía llegar a todos los lugares de emergencia

- Y en lo estructural, ¿qué tan dañado resultó nuestro país?

A nivel estructural, en términos de daños también podríamos separarlo en dos cosas. Primero, los daños que causó quizás, más que el terremoto en sí, el tsunami que arrasó con todo, con todo lo que había a su paso.

Pero a nivel estructural más de nivel país, quizás no hubo grandes daños en lo que a nosotros nos preocupaba más, que era estructuras de salud, no hubo grandes daños como para (pensar) que se paralizara ese servicio, pero sí se cortó la carretera 5 Sur. Y también se cortaron las comunicaciones, y eso fue el gran problema que hubo, que no se pudiera llegar a todos los lugares para poder tener una evaluación de lo que había pasado.

Que se suma a lo humano….

A nivel de impacto humano, pueblos enteros se vieron arrasados por el tsunami. Por eso creo que el impacto más grande, en términos humanos, fue el tsunami más que el terremoto.

Quizás como chilenos, estamos acostumbrados a los temblores, a los terremotos. Y tenemos una forma de poder salir adelante respecto a eso, pero yo creo que el tsunami nos tomó por sorpresa, no era algo a lo cual estuviéramos tan acostumbrados, o que tuviéramos una forma de poder reaccionar o poder sobrellevar eso.

Entonces, a nivel psicológico, el hecho de que haya sido un tsunami, creo que fue mucho más fuerte.

Chile no tenía equipos de emergencia estatal

- ¿Qué falencias a nivel de infraestructura de Chile evidenció el terremoto del 27-F?

Creo que, en general, Chile tiene una buena estructura de respuesta a este tipo de catástrofe, pero el hecho de que se hubieran cortado las comunicaciones, y que se hubieran cortado las carreteras...

Chile no tenía los equipos de emergencia de Chile, del Estado, no tenían los medios para poder llegar a todos esos lados, no tenían teléfonos satelitales, no tenía acceso a helicópteros, entonces no podían tener la información, y no podían saber lo que estaba pasando como para tener una buena respuesta. O poder priorizar a qué lugares iba primero, y a qué lugares iba después.

Y la burocracia para poder lograr y desbloquear fondos, también juega en contra, entonces las primeras horas de respuesta, que son las más importantes, se pierden. Y en ese sentido, Médicos sin fronteras tiene mucha más flexibilidad, nosotros pudimos tener a los equipos haciendo exploratorias en helicóptero en los lugares más remotos para poder hacer una evaluación mucho más rápido que las autoridades chilenas.

- ¿Cómo era la respuesta ante la emergencia de las comunidades?

Cuando trabajé en Chile para la respuesta al terremoto del 2010, dentro de mis responsabilidades como logista, más que nada (estaba) la compra de materiales, y producir kits de higiene y con algunas pequeños materiales de herramientas, y de construcción para poder repartir entre las comunidades, como una primera respuesta de ayuda.

Kits con frazadas, plásticos, cepillos de dientes, todo ese tipo de cosas que mandamos desde Santiago hacia la Séptima, la Octava región, para repartir entre las comunidades. Y a mí lo que más me llamaba la atención que mis colegas contaban, era que muchas de las personas al abrir esto decían: "no, no, yo tengo esto, no necesito, no necesito el shampoo.

Y cómo, también, las comunidades se empezaron a organizar entre ellas, y a ayudarse entre ellas, compartir lo poco que les quedaba.

Eso fue un poco lo que más me llamó la atención, no había un afán de acaparar cosas, sino que de compartir y de salir todos adelante.

"Las normas quizás se flexibilizaron"

- ¿Qué tan dañado quedó el país a nivel de infraestructura?

Yo soy arquitecta, y creo que el terremoto del 2010 evidenció que, a pesar de que tenemos normas muy avanzadas, y que tenemos conocimiento de construcción antisísmica, quizás en algunos casos las normas se flexibilizaron. O se ignoraron algunos procesos, y tenemos como ejemplo el edificio de Concepción que se cayó.

Había muchos edificios, con muchos daños estructurales. Se evidenció ahí una falla quizás en nuestras normas, o no habernos preparado para un evento de 8.8, quizá ese fue el tema.

Y también, a nivel de infraestructura más social, más pública, hubo escuelas que se perdieron, pueblos enteros. Y a nivel de reconstrucción, que quizás aún estamos lentos. Creo que quizás, después de 15 años, hay muchas cosas que no se reconstruyeron, muchas escuelas en que se hizo una construcción temporal que terminó siendo la definitiva.

- ¿Cuáles fueron las principales demandas que enfrentaste en medio de tu trabajo en la catástrofe?

Las principales demandas como logista que tuve que enfrentar ahí, fueron la presión y la urgencia de tener todas las herramientas, y poder tener a disposición, todos los medios necesarios en términos de comunicación, materiales médicos, material logístico y transporte, para que todos los equipos médicos pudieran llegar a todos lados y con herramientas para poder trabajar.

Y todo eso ya, la prioridad es toda, hay que hacer todo al mismo tiempo, entonces la primera semana estuvimos trabajando 16 horas diarias, sino más, para poder tener todo eso y poder hacerlo llegar a todos los lugares entre la Séptima y la Octava Región, donde los equipos estaban trabajando.