Cortar un árbol, llevarlo a la casa y decorarlo para navidad suena como una práctica obsoleta en tiempos de crisis climática, pero ambientalistas alertan que esto es preferible a comprar un árbol de navidad artificial, que genera más contaminación al producirse, por lo general se importa y traslada desde países lejos de Chile, no es biodegradable y suele terminar en un vertedero.

Esta recomendación viene asociada a una alerta: es importante conocer el origen del árbol natural que se quiere adquirir, buscando aquellos que provienen de bosques que tienen un plan de manejo sustentable.

También se recomienda usar árboles en maceta, que se mantengan vivos que luego de las fiestas puedan ser trasplantados o donados a alguna organización o convertidos en materia orgánica para proyectos de reforestación. En Chile algunos viveros ofrecen árboles y plantas de maceta para navidad.

Desde Greenpeace explican que, de preferir un árbol artificial, la forma de reducir su huella de carbono es usarlo por al menos 20 años. De lo contrario, la ONG calcula que el impacto ambiental de producir y desechar un árbol de navidad artificial es seis veces mayor a la de usar un árbol natural.

Desde la organización The Nature Conservancy señalan además que, considerando que buena parte de los bosques del mundo son propiedad privada, comprar árboles de predios que realicen un manejo sustentable incentiva que esas tierras sigan cubiertas de árboles y entrega un ingreso que permite un manejo planificado y de bajo impacto donde se logre recapturar la misma cantidad de carbono que se emite al cortar algunos árboles.  

Árbol de Ovalle

Muchas ciudades en el mundo usan árboles naturales para celebrar la navidad, y algunas de ellas usan árboles no cortados sino que ya están plantados hace años en algún lugar público de la ciudad. Es el caso de Bratislava pero también de Ovalle, en la región de Coquimbo.

Allí, en la plaza de armas de la ciudad crece un pino araucaria de 55 metros que en 2015 fue inscrito en el libro de récords Guiness como el árbol de navidad natural más grande del mundo, según se destaca desde el Consejo de Monumentos Nacionales. Se adorna cada año con 20 guirnaldas y 1600 luces led.

Reciclar, la mejor opción

Antes que comprar un árbol artificial o natural, la mejor opción siempre será utilizar lo que ya existe. Esto puede ser un árbol que hay en el jardín de una casa o una planta de interior que pueda ser decorada con creatividad.

Otra opción que exige más creatividad es construir con materiales en desuso un árbol de navidad reciclado. Allí destaca otra ciudad chilena, en este caso Panguipulli en Los Ríos, donde en 2022 la municipalidad creó un árbol de navidad con botellas plásticas, y en 2023 fabricó uno con 40 mil latas de bebida.