Este jueves 3 de octubre, T13 exhibió una entrevista que Soledad Onetto le hizo a la suspendida ministra de la Corte Suprema, Ángela Vivanco, actualmente sujeta a un cuaderno de remoción del máximo tribunal, luego de que se transaparentaran chats que la vinculan a Luis Hermosilla, actualmente investigado por presuntos delitos derivados del Caso Audios.

Fue en este contexto que la abogada asumió estar atravesando complejos días a la espera de que se resuelva su situación laboral, a lo que se suma la defensa que tiene que hacer de la acusación constitucional presentada en su contra.

Durante su diálogo con el medio citado, aseguró estar atravesando un período "muy duro, muy desgastador", recalcando además que estas semanas ha estado trabajando en su defensa en "varios frentes distintos, con pocos recursos, poca información y pocas líneas de comunicación".

Respecto de las conversaciones con su colega actualmente en prisión preventiva en Capitán Yáber, aseguró que "todos los que estamos vinculados con el señor Hermosilla, estamos cuestionados".

"Siempre pensé que existía la eventualidad de que los mensajes se pudieran llegar a publicar", comentó luego agregando que que le preocupaba "cómo eso se podía interpretar".

Mensajes no destinados a hacerse públicos

"Esos mensajes fueron en un entorno en que uno conversa con una persona a través de un WhatsApp (...) que evidentemente no están destinados a hacer mensajes públicos", dijo luego respecto de las conversaciones que la mantienen en una delicada situación personal.

De hecho, en relación a la solicitud de apoyo para acceder al cargo de ministra de la Corte Suprema, Vivanco quiso aclarar el tenor de su interacción con el abogado.

"No le dije a Hermosilla 'te voy a rogar que tú le pidas al presidente que me nombre'" (...) "mis conversaciones con él siempre fueron a propósito de cómo iba avanzando la postulación", sostuvo.

Y en relación al supuesto apuro de causas en el que se habría involucrado, Vivanco argumentó que "no hay mayor preocupación de nadie respecto de las tremendas demoras" en el sistema judicial.

"Yo estaba encargada por el presidente de sala, Sergio Muñoz, que yo me hiciera cargo de la tramitación de las causas del punto de vista de los tiempos", dijo.

Por último, Vivanco admitió que ya prácticamente no se considera integrante del máximo tribunal, recalcando que se siente "muy fuera" de la Corte Suprema. "Me han tratado (colegas) como una persona que no fuera parte de la Corte, me han tratado muy mal", cuestionó.