Frente a una realidad marcada por el elevado costo del sector inmobiliario, la última Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI) reveló que en Chile sólo 3 de cada 10 chilenos y chilenas reciben una remuneración mensual que les permite solicitar un crédito hipotecario para comprar una vivienda.

En sólo diez años, el valor de los bienes inmuebles ha aumentado seis veces más rápido que los sueldos de las y los ciudadanos.

En concreto, el 28,5% de la población recibe una remuneración igual o superior a los 800 mil pesos, cifra que representa el piso base para optar a un crédito hipotecario.

En la misma línea, sólo en la última década el valor de las propiedades ha aumentado hasta en un 150% en la Región Metropolitana, mientras que los sueldos han percibido un incremento de un 25%, según consigna un estudio de la PUC.

Datos que se complementan con otros revelados por la plataforma MiMejorTasa.cl, indicando que en el periodo de un año se ha percibido un aumento mayor al 10% en los sueldos requeridos para optar a un crédito hipotecario.

La Comisión para el Mercado Financiero (CMF) sugiere que el dividendo sea máximo un 25% del total del sueldo de quien solicitó el crédito.

"Actualmente, como país, nos encontramos en cifras históricas de sobre stock, números que no se han visto en los últimos 30 años”, asegura Ivan Muena, CEO de la empresa Loping.

Cifras que se enmarcan en una realidad país caracterizada, además, por el aumento en general del costo de la vida, que obstaculiza el sueño de la casa propia.

La explicación que entrega Muena en relación a la crisis inmobiliaria recae en factores político-sociales que han incidido en la macroeconomía nacional.

“La sumatoria de efectos correlativos, tales como el estallido social, una crisis de estabilidad política, los impactos de la pandemia y la crisis de deuda de los chilenos, han determinado un aumento en la inflación y desequilibrio que afectan la accesibilidad”, indicó.

Foto: Agencia Uno.