Una disputa por un contrato de arriendo de andamios terminó en la Corte Suprema, donde se confirmó que la empresa AT-PAC Chile SpA deberá recibir más de 180 millones de pesos.

La historia comenzó cuando esta empresa, que alquiló andamios, no recibió el pago acordado. El contrato incluía una cláusula que decía que si la empresa arrendataria quería, podría comprar los andamios al final del periodo de arriendo.

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Sin embargo, el acuerdo no se respetó como estaba previsto. La empresa que alquiló los andamios argumentó que el contrato debió haber sido escrito de manera más formal para ser válido, esperando que este detalle técnico les permitiera no pagar. Basados en esto, intentaron anular el pago que debían realizar, llevando el caso a la corte.

La Primera Sala de la Corte Suprema, con un grupo de jueces liderados por Mauricio Silva Cancino, María Angélica Repetto García, María Soledad Melo Labra y las abogadas Pía Tavolari Goycoolea y Andrea Ruiz Rosas, revisaron el caso.

Analizaron todos los argumentos y las leyes mencionadas, como aquellas que hablan sobre cómo deben realizarse los contratos y qué sucede cuando no se siguen esos pasos.

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Al final, los jueces decidieron de manera unánime que la falta de formalidad no era suficiente para anular el contrato. Subrayaron que las reglas del contrato aún necesitaban ser respetadas, lo que significaba que el pago por el arriendo de los andamios era válido y necesario.

Por lo tanto, confirmaron la decisión de que la empresa demandada debe pagar la suma que se debía, asegurando así que los acuerdos sean cumplidos adecuadamente en el ámbito comercial.

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