Con febrero despidiéndose, y marzo a horas de instalarse, son diversos los desafíos que se imponen este 2024 en distintos ámbitos, siendo la administración del Presidente Gabriel Boric la encargada de darle curso a su llamado "segundo tiempo", dos años que el historiador Cristián Torres proyecta en diálogo con El Desconcierto.

"Hay una cuestión fundamental, el gobierno tiene que hacer un esfuerzo por terminar con una coalición política unida, tras el gobierno, es decir 'vamos a terminar con un proyecto, un plan, pero unidos de verdad, sin peleas internas'. El esfuerzo, sería evitar peleas internas, hacer un trabajo para que puedan convivir y desarrollar ciertas ideas en común, de tal manera que la diferencia entre el Socialismo Democrático y  el Frente Amplio (FA) no sea tan notoria, que no apunte a diferentes estrategias", asegura.

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Una coalición, un proyecto común

En resumen, complementa, "eso es lo principal, independientemente de las elecciones presidenciales, de quién gane y quién conduzca el país, la izquierda y la centroizquierda deben tener un proyecto único de país, esa es la gran meta".

¿Eso le permitiría establecer una diferencia respecto de la derecha, que exhibe distintos liderazgos e ideas fuerza? Pérez asiente planteando que "da un plus. Tanto para tener un buen desempeño en las próximas elecciones presidenciales, como para ser oposición si te toca perder, eso es básico, un ABC de la política, si estás unido, tienes más opciones de victoria que si estás desunido".

El llamado, recalca, es a integrar "una de las grandes lecciones que la izquierda todavía no ha aprendido: cuando la izquierda y la centro izquierda se dividen, son derrotadas", complementa.

"Hay cosas más importantes que a la izquierda y a la centroizquierda las unen. Mejorar las condiciones de vida de las personas, sacar algunas reformas políticas, apuntar a una reforma de pensiones, por ahí va", resume.

Programa de gobierno vs "segundo tiempo"

Respecto del programa de gobierno, ¿a qué puede aspirar la administración Boric? Pérez apunta a que el Ejecutivo se sincere en relación a "las cuestiones que en realidad puede sacar, porque no tiene mayoría en las cámaras".

Y en el detalle, alude a que se materialice "una reforma de pensiones, salir lo mejor posible con la ley de isapres. Dos o tres cosas bien hechas, no mucho más".

"Y otra cosa muy importante es la seguridad, la situación que se está viviendo es una crisis enorme, está sobrepasando todos los límites que conocíamos en el país, es un punto realmente importante para el gobierno y la coalición política.

En este sentido, plantea, "(debe) diseñar una estrategia que rinda frutos a corto plazo, que le permita a los chilenos tener la sensación de que han recuperado su libertad, que pueden acostarse tarde, salir sin miedo al regreso a casa".

"Combatir la delincuencia sin complejo"

Respecto de este último tema, apela a que se zanje en plazo perentorio. "Las posibilidades de tener cierto éxito en las parlamentarias (2025), e incluso en las municipales (27 de octubre) tienen que ver con eso. La izquierda tiene que demostrar que es capaz de combatir la delincuencia sin ningún complejo", releva.

"Es poco tiempo, pero tiene que hacerlo. Es preferible ponerse colorado una vez, a amarillo varias veces. Una izquierda en el gobierno no debe tener temor de reprimir a la delincuencia, lo puede hacer perfectamente defendiendo los derechos humanos y respetando el Estado de Derecho, debe ser claro", agrega.

Eso sí, se muestra satisfecho ante las señales evidenciadas. "Creo que el Presidente lo ha sido en el último tiempo. Me parece muy bien la reacción que ha tenido el gobierno con la autorización para que los delincuentes reciban videollamadas, sobre todo del ministro de Justicia (Luis Cordero), eso no es posible. Con el crimen organizado no puedes tener contemplación, la izquierda no puede tenerla, porque si no lo hace, va a llegar alguien que sí lo va a hacer".

De otorgar concesiones, advierte, se propicia la llegada al gobierno de "un político muy autoritario, muy fascista que sí va a hacer una política represiva, al estilo Bukele".

"Si la izquierda no combate la delincuencia como tiene que hacerlo, da la oportunidad a que llegue alguien a hacerlo sin respetar el Estado de Derecho, una cosa es combatirla respetando los derechos humanos y otra combatirla sin ningún respeto, que es lo que pasó en El Salvador".

Mejorar política comunicacional

Consutado respecto a qué puede aspirar el Ejecutivo para materializar su anunciada reforma de pensiones, Pérez recalca que "el gobierno debería seguir insistiendo en el (modelo) 3-3 y mejorar la política de comunicaciones, hacer pedagogía política explicándole a la gente por qué tiene que ser así y por qué es bueno que haya un sistema de reparto".

"Es fundamental hacer campaña de eso, (explicar): 'tu plata es tuya, pero no te va a alcanzar para una pensión más o menos. Tienen que ayudarte y tú ayudar a otros'. Porque no todo puede estar ligado al liberalismo y al 'yo', 'yo', 'yo', eso es pedagogía política. Eso tiene que hacer a gran escala y, de ese modo, colocar a la derecha a la defensiva", dice luego.

Y "señalar con claridad que desde los 80', cuando se aplicó el sistema de pensiones, se han entregado pensiones malísismas, señalar con énfasis un punto que pocas veces se dice, que es que las mejores pensiones que hay en el país son las de las FF.AA , que tienen sistema de reparto".

La estrategia de la derecha

"Son tiempos cortos, los gobiernos de cuatro años son cortos. Y luego ya entramos en ciclo electoral. La derecha se atrinchera en sus posiciones, donde está su electorado duro y se hace más difícil que ceda, porque la derecha, el problema que tienen la UDI y RN, es que su electorado más duro está mirando a posiciones más duras, posiciones que históricamente han tenido, entonces están apoyando con más fuerza al Partido Republicano", insiste.

De hecho, agrega, "eso a ellos los lleva a ser más duros con el gobierno, a plantear posiciones más radicales de derecha, porque lo que no pueden hacer es perder ese electorado".

"Tienen una competencia por ese electorado, un electorado al que le gustan los proyectos autoritarios, al que le gusta el orden, la mano dura. Y eso (José Antonio) Kast y (Johannes) Kaiser lo están ofreciendo, entonces la UDI y RN comienzan a girar hacia eso también, para competir por ese electorado, porque ahí están los votos duros", comenta.

En términos estadísticos, detalla que "la derecha debe tener debe 30%, 40% de voto duro, 35%. No es menor. Y va creciendo en la medida que logran tener candidatos que empaticen con las necesidades del pueblo y de la sociedad civil. Es un bolsón de votos muy importante, sobre todo en las regiones rurales, en las agrícolas, donde la derecha desde tiempo inmemoriales es muy fuerte".

Finalmente, consultado por el desafío del gobierno ante la elección municipal, Pérez asegura que el mayor "es demostrar que la izquierda tiene viabilidad, que tiene posibilidades, que es capaz de retener a una parte sustancial del electorado, que hay una parte importante de la sociedad chilena que tiene valores de centroizquierda. Y para eso necesita unidad, un candidato apoyado por todos, bajo un proyecto y estrategia. Si comete el error de ir dividida y de que se le vayan candidatos por fuera, no le va a ir bien. (Asumir que) han pasado tantas cosas, las cosas han sido difíciles, estamos en un país complejo, pero una parte importante del pueblo" los "respalda".

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