Con promesas de un radical cambio de rumbo en lo económico, pero sin mayor experiencia ejecutiva, Javier Milei llegó hasta el sillón presidencial argentino tras derrotar a su contrincante oficialista, Sergio Massa, con 55,9% de los votos frente al 44% de su rival. 

Y es que con el arribo de la extrema derecha al país trasandino, cuando Milei asuma la presidencia el domingo 10 de diciembre, pondrá los ojos del mundo en Argentina por las propuestas de campaña y las políticas que implementará el ahora mandatario. 

Entre sus principales compromisos se encuentran la reducción de los ministerios para pasar de 18 a ocho; una reforma del Capital Humano, consistente en la fusión los ministerios de Salud, Desarrollo Social, Trabajo y Educación en uno solo con este nombre; además de avanzar en el cierre o privatización de todas las empresas públicas; reducir el 90% de los impuestos actuales e implementar una reforma monetaria con la idea de eliminar el Banco Central. 

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Ideas osadas e irresponsables

Iniciativas que para el investigador Ciclos UDP y académico de la Escuela de Periodismo de la misma universidad, Marcelo Santos, son “osadas, irresponsables”. Tanto así, que incluso podrían afectar a la extrema derecha en general. “Creo que le juega una mala pasada, para la extrema derecha habría sido mucho más útil que hubiese perdido por poquito y quedase la duda de si iba a salvar o no a Argentina”, asegura.  

Sobre las primeras medidas que adoptará Milei, las consecuencias para Chile y la viabilidad de las propuestas del referente de La Libertad Avanza, conversamos con la analista e investigadora de la Red de Politólogas, Federica Sánchez Staniak, quien hace hincapié en que muy probablemente, ahora, “la prioridad absoluta es la economía”. 

¿Cuáles deberían ser las primeras medidas que tome o debería tomar Milei al asumir la presidencia? 

- Mi comentario va a apuntar más a las que creo que va a tomar, que tienen que ver con el tema económico. Van a tener que apuntar a resolver la deuda de los bonos del Banco Central, sobre todo porque tiene que aprovechar el tiempo de lo que se llama la famosa 'luna de miel', todas las medidas más importantes hay que tomarlas cuanto antes, que es cuando todavía dura ese impulso con el que llega con el porcentaje del balotaje. 

Respecto a las medidas económicas, una de las propuestas de Milei es eliminar el Banco Central, ¿qué tan beneficioso es hacerlo? 

- (Si bien) no es una medida que vaya a tomar dentro de los primeros 90 días, las medidas apuntando a reducir la inflación tienen que ver con justamente deshacerse de parte de la deuda o déficit fiscal que tiene el Banco Central (BC) en función del bono nacional. Primero hay que resolver ese problema, más adelante tiene planeado cerrarlo. De hecho, la semana pasada eligió quién va a ser el presidente del BC, entonces habrá una persona que se encargue de la gestión y que continúa su gestión –que podría ser la misma– que luego se encargue del cierre. 

Sería una medida más a largo plazo, pero ¿se podría concretar durante su gobierno?

- Dijo que las medidas serán de corto, de mediano y largo plazo. Esta sería más de mediano-largo. Creo que lo va a intentar, ahora si eso se logra concretar, va a depender de muchas otras cosas que tienen que ver con los recovecos de la legislación para hacer esto, porque el Banco Central está en la legislación y tendría que necesariamente llevar un tipo de reforma constitucional para poder hacerlo, y hoy por hoy no cuenta con la mayoría en el Congreso ni en el Senado. 

Para tener mayorías, ¿debe moderar su discurso? 

- Para poder conseguir una mayoría que apoye las propuestas que está haciendo, se tiene que asociar con ciertos sectores, pero se ha ido caracterizando a lo largo de su campaña por no ser la persona más dialogante ni que habló bien del resto de los partidos políticos, pero los necesita para poder llegar a estos acuerdos. 

Creo que la moderación puede ser un producto colateral de proceso de negociaciones para alcanzar los objetivos que él se impuso, creo que entrar a moderarse durante el primer día de gestión no es el mejor plan de gobierno, porque si viniste haciendo una propuesta de determinada dirección, uno no se modera en la primera...

Va a intentar aguantar con los apoyos que le permitan ir en la dirección de las modiciaciones y el plan de gobierno que se puso, si eso no se consigue y las ambiciones de su programa no se cumplen, seguramente se tendrá que moderar. 

 ¿Qué tan factible es gobernar con una menor cantidad de ministerios? 

- Es un modelo más parecido al chileno, que no tiene tantos ministerios, pero sí bastantes subsecretarías, como áreas. En términos del objetivo de reducir el gasto fiscal, es importante en su proyecto reducir ministerios para reducir el gasto. El problema es que se va a encontrar, y lo sabe, con un problema bastante complicado respecto al empleo público.

Hay una gran cantidad de gente en Argentina que trabaja en el Estado, cuando se reduce el empleo público, eso va a ser un problema por los despidos, pero no va a poder despedir a todo el mundo, la cantidad de reducción va a depender de qué tanto se puede ajustar haciéndolo de forma responsable. Los índices en Argentina están complicado para sumarle un aumento de la desocupación.

¿Cuáles serían las consecuencias que podría tener la elección de Milei en Chile? 

- Un sector particular, el Partido Republicano (PR) está bastante contento con la elección de Milei, porque una vez que la (extrema) derecha pasó por Estados Unidos, por Brasil, pasa por Argentina, se ve mucho más cerca. También hay una sensación de que los discursos más de derecha y este estilo nuevo de hacer política que plantea Milei es una opción viable, aceptada en la región.

Eso también habilita cierto discurso que no es que Chile no lo tenga, sino que se puede endurecer un poco más. La derecha chilena en varias cosas es bastante más ciudada de lo que fue Milei en campaña, pero hay que ver cómo se da después en la campaña por las municipales y cuál es la postura que adopta el PR y cómo va a ir a buscar las alcaldías y la proyección que tiene hacia la elección de presidente del 2025.

En lo inmediato, si puede tener un impacto en el plebiscito de diciembre, creo que no. Una cosa no tiene nada que ver con la otra.

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