Tras el segundo socavón al otro lado del edificio Kandinsky, que dejó a cientos de evacuados en Viña del Mar, las ministras de Obras Públicas y Medio Ambiente coincidieron en su mensaje: no deberíamos construir más edificios sobre dunas.

“Yo creo que no deberíamos seguir construyendo sobre sistemas dunares. Son sistemas frágiles, su esencia es arena y por lo tanto tenemos que pensarlo como un sistema y no solamente una cosa de ingeniería”, comentó en los medios la ministra de Obras Públicas, Jéssica López.

“Nuestro desafío urgente es aprender de estos eventos, que seguirán ocurriendo producto del cambio climático, lo que implica restringir la construcción de nuevos proyectos inmobiliarios en ecosistemas que no son aptos para ello, como sistemas dunares y humedales”, reflexiona por su parte la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas.

Ambas recalcan que, debido al cambio climático, estos eventos serán cada vez más frecuentes, por lo que los costos de no adaptarse a ellos serán cada vez más altos. “Es urgente contar con instrumentos de planificación territorial que incorporen dinámicas de la naturaleza y efectos del cambio climático”, sostiene Rojas.

La ministra también recalcó además que estos ecosistemas sobre los cuales se construyen, al dejarlos intactos cumplen funciones que ayudan justamente a mitigar y proteger el territorio ante estos eventos meteorológicos extremos.

Las dunas funcionan como barrera natural frente a marejadas y filtran el agua, mientras que los humedales ayudan a infiltrar el agua hacia napas subterráneas, mitigando inundaciones.