A raíz del intenso sistema frontal que afectó a la zona centro sur del país, y que inundó campos, predios e incluso ciudades de Chile, la preocupación ante una posible alza en los precios de las frutas y verduras es evidente. Sobre todo, ad portas de una de las festividades donde más se consume este tipo de alimentos en nuestro país: Fiestas Patrias. 

Desde El Desconcierto, le consultamos a la investigadora del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales, Valentina Apablaza, quien si bien explica que “es muy pronto para hablar de magnitudes”, es bastante “probable que ocurra un aumento en el precio de vegetales durante las próximas semanas”. 

Este incremento estaría cruzado por dos factores, pero sería “transitorio y bastante acotado”, concentrándose principalmente en las hortalizas que predominan en las regiones afectadas como la cebolla, la papa o el repollo. 

Posible alza ad portas de Fiestas Patrias

De acuerdo a Apablaza, el incremento se explicaría, por una parte, por la pérdida de productos que se cosechan a ras de suelo, y también por un alza en los costos de transporte, a raíz de la movilización de productos por caminos cortados productos de las inundaciones y socavones que dejó el sistema frontal. 

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Eso sí, el frente no traería consigo una escasez de productos, por tratarse de un evento de carácter “focalizado”. “La mayoría de los productos que se cosechan en la zona centro sur también se producen en otras regiones del país, por ende, este nivel de diversificación debiera prevenir un problema de escasez, incluso tras los aumentos de demanda que vengan en Fiestas Patrias”, sinceró la experta. 

Además, aseguró que “se puede optar por aumentar la importación de productos para satisfacer la demanda local, por ende, más que un problema de disponibilidad de productos debiese evidenciarse una variación en los precios de los productos afectados”. 

Medidas de mitigación 

Desde el punto de vista económico, lo más relevante para Apablaza es lograr una pronta recuperación de las tierras y sistemas de regadíos afectados para reactivar la producción de vegetales en dichas zonas. 

“Más a mediano plazo, se debiera considerar la migración de producción bajo techo o en terrenos en altura, de modo que la producción de vegetales quede menos expuesta a futuras inundaciones”, apuntó la investigadora. “Adicionalmente, se debiera seguir fortaleciendo la diversificación productiva de frutas y verduras, que permitan prevenir nuevas alzas de precios asociadas a la destrucción de cultivos en un sector específico”, agregó. 

Para hacer frente a la recuperación de los productores, desde el gobierno impulsaron bonos que van desde los $500 mil hasta los $5 millones para los agricultores que hayan visto afectados sus cultivos, con daños que se arrastran desde el sistema frontal de junio.

Según el catastro levantado por el Ministerio de Agricultura, serían al menos 12.680 los productores impactados por las inundaciones pasadas que se verán beneficiados con el dinero, lo que Apablaza ve con buenos ojos. 

“Estos bonos permiten suavizar el aumento de precios, al disminuir la carga que los agricultores traspasan hacia los consumidores de los productos afectados”, señaló. 

“El bono podría compensar parte de los ingresos que se perdieron producto de las lluvias y que se proyectaban para iniciar nuevos cultivos, así como también evita que el agricultor que deba invertir un nuevo sistema de regadío traspase la totalidad del costo al consumidor en forma de mayores precios”, añadió. 

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