Otra en Renca: Denuncian a directora de Cesfam por maltrato y hostigamiento
Conductas hostiles y un liderazgo disfuncional acusan trabajadoras del Cesfam Bicentenario de Renca por parte de su directora, Natalia Meta Buscaglia, comportamiento que también afectó a una paciente adulta mayor, quien hace un mes denunció estos hechos al alcalde de la comuna, Claudio Castro.
Amenazas de demérito, conteo de licencias, llamadas fuera de horario, gritos y portazos son parte de lo mencionado por dos funcionarias que pidieron mantener su identidad en reserva. En tanto, desde la Asociación Comunal de Funcionarios de la Salud de Renca (Acofusar) se suman a las denuncias, señalando que ya las han llevado ante la Corporación de Salud de la comuna, de forma reiterada, desde diciembre del año 2021.
En la trama, que comenzó durante la pandemia del COVID-19, se han visto involucrados la Asociación Chilena de Seguridad (ACH), la Inspección del Trabajo y la Superintendencia de Salud.
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Las funcionarias, representantes sindicales y usuarias contactadas por El Desconcierto coinciden en que se ha “normalizado el maltrato” dentro del Cesfam Bicentenario luego de la llegada de Natalia Meta a la dirección del consultorio. Y añaden que, pese a que han llevado las respectivas acusaciones sobre los hechos ya señalados ante distintas instancias que podrían tomar cartas en el asunto, la directora continúa en su cargo.
Entre las razones de su inamovilidad sospechan de la amistad y “cercanía” de Natalia Meta con Patricia Castillo, directora de la Corporación de Salud Municipal de Renca.
Desde Acofusar han reunido las distintas acusaciones de los funcionarios para llevarlas ante la Corporación, la Inspección del Trabajo, la ACH y concejales de la comuna, como César Améstica (CS).
Hostigamiento normalizado
Según Paola Astorga, representante del sindicato, de acuerdo con los testimonios que han recogido “son los jefes los que reciben maltrato y se quedan callados. Desde el garabato hasta que tira cosas, pega portazos, abre las puertas… Ese maltrato es directo con los funcionarios en general, por ejemplo en la farmacia los trata de tontos”.
Astorga apunta que “ellos ya lo están normalizando, dicen que ‘total la directora va a ser directora siempre’, mientras esté la señora Patricia en el poder y el alcalde tenga todo su respaldo con ella”.
La dirigente sindical agrega que “hemos tenido un montón de maltratos, han sacado a funcionarios, los han despedido. Tenía una pizarra donde ponía puntitos a cada funcionario que tiraba licencia, y decía ‘porque estos son flojos los puedo echar’”.
Reubicada con licencia
Una trabajadora relata a El Desconcierto que sus problemas con Natalia Meta comenzaron en plena pandemia del COVID-19, un año después que asumiera la directora. De los 10 años que lleva la funcionaria en el Cesfam Bicentenario, asegura que nunca había tenido problemas con otras jefaturas.
Como era encargada de un área “cualquier cosa que pasaba me llegaban a mí los llamados de atención”, y añade que cuando la directora tenía dificultades con los otros trabajadores “me escribía o me llamaba cuando no correspondía, en otros horarios, después se empezó a hacer muy frecuente. No me dejaba tranquila”, agrega.
También cuenta que tuvieron problemas porque se tomó un café en el pasillo camino al área de pacientes, que en ese momento se encontraba sin atención presencial para el público. “Me dolía tanto la cabeza que una compañera me dijo que me tomara algo caliente (...) me tomé un café y ella pasó por el pasillo y me llamó la atención”, preguntándole por qué no iba mejor al box, donde no la vieran.
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La trabajadora le respondió que estaba haciendo un turno y nadie más la podía reemplazar por falta de funcionarios debido a las restricciones sanitarias. La discusión continuó, mientras la trabajadora le intentaba explicar que sólo quería beber algo caliente para su jaqueca, y volver rápido a su puesto de trabajo.
En ese instante, según cuente “me seguía retando hasta que le dije ‘¿sabe qué? En vez de preocuparse de la salud de alguien, está preocupada por un café’. Como le respondí así solo me miró y siguió caminando”, relata.
“Ese tipo de cosas pasaban. Luego me rechazó mis vacaciones de invierno. Todos se las estaban tomando pero a mí no me las autorizó, tuve que tomarlas en noviembre. Ahí también tuvimos un encontrón porque ella quería que le pidiera permiso verbal primero”, continúa, algo fuera de protocolo.
Por las situaciones reiteradas que enfrentó con la directora del Cesfam comenzó a tratarse con un psicólogo, que le recomendó sumar a un psiquiatra. Meta le pedía a la trabajadora que le enviara sus licencias cuando se enfermaba, pero explica que “cuando fui al psiquiatra supe que no era legal que ella me pidiera las licencias, menos estando yo con licencia, porque me las pedía por WhatsApp”.
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Luego de dos meses con licencia psiquiátrica, periodo en que dejó de responderle los WhatsApp a la directora, se enteró por terceras personas que la habían expulsado del Cesfam Bicentenario para reubicarla en otro centro. Nunca recibió ninguna notificación formal.
Cuando pidió una explicación le dijeron que su traslado era para aportar en el otro Cesfam “con su experiencia”, pero eso implicaba degradarla a un cargo menor. “Yo les dije que claramente esto para mí no es una justificación. Aquí todos saben que este cambio es porque lo solicitó la persona que a mí me hizo vulneración de derechos”.
“Y para darle la razón a ella, la Corporación accedió”, acusa la trabajadora. Pero como la acusación de hostigamiento fue validada por la ACH, la Inspección del Trabajo realizó una investigación que verificó y reafirmó la vulneración, decretando que, como el traslado se debía a una situación de hostigamiento, la trabajadora debía volver a sus funciones.
“Cada vez que yo realizaba un turno quedaba muy afectada emocionalmente, así como otras situaciones que siguieron aconteciendo, las amenazas de anotaciones de demérito, llegaba al box y entraba sin golpear para ver si estábamos realizando nuestro trabajo con los usuarios, así mismo no respetaba la privacidad de las personas que estaban siendo atendidas”, relata la funcionaria en una carta enviada a la Inspección del Trabajo en febrero de 2022.
“Yo no sé cuál es la fuente poderosa que tienen en la Corporación que la siguen manteniendo, sabiendo que han habido dos cartas de la Asociación quejándose con su acciones”, agrega.
Ahora su caso está en manos de la Fiscalía, y en noviembre próximo se le informará sobre la resolución.
Términos de contrato y más reubicaciones
Entre los otros relatos a los que accedió El Desconcierto se menciona a una trabajadora cuyo contrato no se renovó a fin de mes por ir al baño durante la atención de un paciente. También a otra funcionaria que ayudó a una adulta mayor a pedir una hora presencial cuando debía ser por teléfono, por lo que le gritó frente a los pacientes y la dejó llorando.
Además otra trabajadora del Cesfam denunció ante el sindicato a la directora en una carta, a la que tuvo acceso la presente edición. En la misiva se señalaba que, luego de que le otorgaran licencias psiquiátricas debido a múltiples crisis de pánico producto del trato de la directora, también la cambiaron de centro sin avisarle.
Incluso, cuenta que durante sus vacaciones una de sus pacientes le preguntó a la directora que por qué no le dijeron que ella no estaría, a lo que ella le responde “que ponga un reclamo contra mi persona indicando que falto mucho y que tiro licencias médicas, que lo haga al tiro porque a fines de diciembre hacen el corte y así me despiden”.
“Olvidada” por su doctora
Ismenia, usuaria de tercera edad del Cesfam Bicentenario, acusa a El Desconcierto que, luego de una molestia por parte de la directora, la psicóloga que la atendía por su depresión endógena, la “doctora Moya”, dejó de recibirla en el consultorio. Ahora un médico general se encarga de su tratamiento.
Todo comenzó cuando pidió que le dieran una hora de salud mental antes de las 17 horas, ya que por orden médica no puede salir de su casa cuando oscurece. Ya que había acudido a la directora por problemas anteriores, fue a buscarla a su oficina para contarle la situación. Su secretaria la recibió y a ella le relató primero sus problemas, lo que fue escuchado por Natalia Meta.
“La directora salió (de su oficina) enojada, y me dice ‘páseme el carnet’, estaba enfurecida conmigo, así que se lo pasé, y me dijo que la esperara. Cuando sale la directora me dice ‘tome señora, tuvimos que bajar un paciente para darle la hora a las 5 de la tarde a usted’, entonces yo me sentí mal. Me puse a llorar. Me trató súper mal ella”, explica.
“No me quiso recibir más”
“Después no me quiso recibir más en el consultorio”, agrega. Días después, cuando se registró para la consulta, un encargado del Servicio de Orientación Médico Estadístico (SOME) del Cesfam le señaló que había recibido “un WhatsApp de la doctora Moya, que dice que usted no es paciente de ella y que ella nunca la ha atendido”.
Esto desconcertó a Ismenia, ya que llevaba más de un año atendiéndose en el recinto, y Moya le hace los controles de salud mental y las recetas. “Ella se escondió, no me quiso atender, y perdí la hora de salud mental. No me atendió más hasta el día de hoy, me hicieron un cambio de doctor y ahora me atiende un médico general”, lamenta.
Hace más de tres semanas, la mujer asistió a una actividad organizada por la municipalidad, donde conoció al alcalde y le contó sobre su situación. Según señala Ismenia a El Desconcierto, Claudio Castro le habría señalado que recabaría información sobre los hechos.
Además, le aseguró que este jueves 20 de julio le llegaría una resolución de la Corporación de Salud por su denuncia de maltrato, situación que no ocurrió.
Corporación: “No se configuran maltrato laboral ni acoso”
Desde la Corporación de Salud de Renca señalan a El Desconcierto que “desde el 17 de abril de 2019 cuentan con un Protocolo de maltrato y/o acoso laboral que fue incorporado al Reglamento interno”.
“En este se regulan detalladamente las acciones a seguir en caso de denuncias respecto de hechos que pueden constituir abusos o maltratos laborales, los que pueden ser activados por cualquier funcionario o funcionaria e incluso por terceros, representantes de las víctimas, y dirigentes gremiales y/o sindicales”, explican.
“Desde el primer momento en que la Corporación Municipal de Salud tomó conocimiento de las denuncias, sobre hechos ocurridos el año 2021 y denunciados el año 2022, se activó el protocolo respectivo”, aseguran.
En ese sentido, declaran que “todas las denuncias fueron investigadas y en su resolución de cierre detallaron que no se configuran maltrato laboral ni acoso”.
Este viernes, desde la Municipalidad de Renca informaron a los concejales que la directora del Cesfam Bicentenario, Natalia Meta, fue ratificada en el cargo por tres años más.