La aprobación presidencial del Presidente Gabriel Boric y su administración ha logrado mantenerse estable, de acuerdo con los resultados de encuestas a nivel nacional que evalúan el desempeño del gobierno.

Todo esto pese al escándalo desatado por los convenios vía trato directo entre la fundación Democracia Viva y el Ministerio de Vivienda, involucrando a militantes de Revolución Democrática (RD). E incluyendo, posteriormente, el descubrimiento de que el Minvu habría suscrito más convenios irregulares con otras fundaciones, la mayoría de ellas relacionadas con el Frente Amplio.

Sin embargo, el rápido accionar por parte del gobierno, sumado a la “normalización” de la ciudadanía frente a hechos delictivos, podría explicar esta reacción aún temprana, según señalan tres expertos a El Desconcierto.

Popularidad estable

Un estudio de Pulso Ciudadano, realizado entre el 27 y el 30 de junio, indica que la aprobación al Presidente Boric aumentó en un punto porcentual, llegando a 28,9% mientras que la desaprobación aumentó en 0,2 pp. respecto a la última entrega, llegando a un 60,2%.

Además, el gabinete recibió un 22,6% de aprobación mientras que un 64,3% lo desaprueba.

En tanto, la encuesta Cadem publicada este fin de semana, exhibe que 28% de las y los encuestados aprueba la forma como Gabriel Boric está conduciendo su gobierno, lo que no representa ninguna variación desde el último sondeo.

De todas formas, la desaprobación como ítem aumentó en 2 puntos porcentuales, entre el 23 y el 30 de junio.

Medidas veloces

De acuerdo con Rodrigo Zambrano González, director de Research Chile, pese a que el caso Democracia Viva ha afectado fuertemente al Frente Amplio, el golpe en la adhesión no ha sido el esperable para este tipo de casos, lo que se puede explicar por dos razones.

“La primera es la acción rápida que tomó el ministro Montes –viajando a Antofagasta e instruyendo sumario en forma rápida– lo cual ha aminorado el hecho de que el gobierno se vea ‘mayormente afectado’”, opina.

En ese sentido, también el país estaba atravesando un complejo momento meteorológico con las lluvias, “donde el actuar de ministros como Carolina Tohá sirvió –sin quererlo– para aminorar el efecto”, agrega.

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Por otra parte, Zambrano atribuye la aprobación estable a “la normalización que hay en parte de la ciudadanía ante hechos que podrían ser cuestionables o constitutivos de posibles delitos”.

“Recordemos que en este año hemos tenido la formalización del exalcalde de Vitacura, la tasación de Sierra Bella y el caso Democracia Viva, todos diferentes entre sí, pero que a ojos de la ciudadanía representan el mismo problema que tendría nuestra política”, concluye.

En tanto, la analista de la Red de Politólogas, Javiera Arce Riffo, considera que desde la administración de Gabriel Boric se “tomaron acciones rápidas y el gobierno se va a hacer parte de las querellas también contra estos responsables”, lo que explicaría que no se haya visto mermada su popularidad.

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“Empezaron a hacer un análisis completo de las transferencias, yo creo que eso también ayuda mucho. Se vio que están actuando, a diferencia de lo ocurrido antes, donde se le echó tierra o se trató de hacer un pacto inter coalicional para evitar tantos heridos en el acto”, como en otras ocasiones, opina.

Además, “ellos han podido poner un cortafuegos, se podría decir, en torno a separar Convergencia Social de Revolución Democrática”, y diferenciar a ambos partidos, para establecer que no están involucrados directamente con la situación.

“Es más, el Presidente ha sido enfático en condenar esto, situación que me parece bien. Como dijo (el exfiscal Carlos) Gajardo, ya no están los tiempos como para andar haciendo pactos entre élites y que caiga quien tenga que caer”, cierra.

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De todas formas, el experto de la Universidad de Talca, Mauricio Morales Quiroga, considera que aún es pronto para analizar la aprobación presidencial en relación al escándalo de Democracia Viva.

“El Presidente tiene un piso aproximado del 25%, que básicamente es el volumen de personas que se identifica con la izquierda. Su punto más bajo fue luego de los indultos de diciembre en que justamente llegó a ese piso”, explica.

“En este contexto de crisis de corrupción, el gobierno debiese retroceder en popularidad porque la información nueva está apareciendo todos los días. Recién estamos en la etapa inicial de la crisis y falta mucho paño por cortar”, añade Morales.