La principal autoridad ambiental de Brasil negó a Petrobras la licencia ambiental para explorar los yacimientos de crudo que yacen frente a la desembocadura del río Amazonas.

Se trataba del único permiso que le faltaba a la petrolera brasileña para perforar 16 pozos en el llamado Margen Ecuatorial; una cuenca marina de aguas profundas en el océano Atlántico frente a la desembocadura del río.

El rechazo se da a raíz de “inconsistencias preocupantes” que no permiten conocer certeramente los impactos ambientales y sociales que puede tener la actividad, en un ecosistema de alto valor por sus arrecifes de coral, manglares y una variada fauna marina con especies en extinción como el delfín gris y el manatí.

Según la ministra de Medio Ambiente de Brasil, Marina Silva, en lugar de buscar nuevas fronteras de exploración, Petrobras tiene que comenzar a pensar en una transición hacia energías limpias, especialmente en momentos en que el cambio climático se ha convertido en una prioridad mundial.

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Continúa la polémica

El rechazo al permiso ambiental para Petrobras fue celebrado por los grupos ambientalistas pero generó un quiebre en la coalición parlamentaria que apoya al presidente Lula Da Silva.

El senador Randolfe Rodrigues, jefe de la coalición oficialista en el Congreso Nacional, anunció su renuncia al partido Red Sustentabilidad, fundado por la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva.

La polémica se da por los beneficios económicos que traería la explotación petrolera para la región que alberga el yacimiento.

Según el órgano regulador, Petrobras aún puede solicitar una nueva licencia. 

EFE

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