A fines de marzo se aprobó el proyecto minero Comahue, que busca emplazarse a 22 km del área urbana de la ciudad de Antofagasta, y a 7 de la Reserva Nacional La Chimba, para la extracción de cobre.

Ahora, el consejo regional del Colegio Médico (Colmed) en Antofagasta, se suma a una reclamación de organizaciones ambientales que buscan invalidar el permiso ambiental del proyecto. Desde el gremio señalan los riesgos ambientales a los que ya está expuesta la ciudad desde larga data.

Enumeran los impactos en la salud de la población regional por metales pesados asociados al desarrollo minero, contaminantes de aire por las termoeléctricas a carbón, así como contaminantes de suelo y aire asociados a disposición inadecuada de residuos.

“El cáncer, malformaciones congénitas y patologías neurológicas aumentan en las poblaciones expuestas”, alertan, junto a solicitar que se invalide el permiso del proyecto por su ubicación, características y potenciales impactos nocivos sobre el medio ambiente y la salud de las personas.

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Aumentan los reclamos

La posición del organismo se suma a la de la diputada Catalina Pérez (RD), quien afirmó que, aunque suele estar de acuerdo con las definiciones políticas que toma el gobierno, “haber aprobado Comahue es un error”.

La diputada también apuntó a los efectos acumulativos de la contaminación en la región, “donde tenemos dos de las grandes zonas de sacrificio de las cuales hablamos siempre a nivel nacional”, refiriéndose a Mejillones y Tocopilla.

"Tenemos zonas latentes y saturadas. Y tenemos una población que está cansada que se le continúen aprobando y aprobando proyectos de inversión poniendo en riesgo la salud de las personas y poniendo en riesgo la salud de la biodiversidad y de especies endémicas que solo existen en la Región de Antofagasta", sostuvo la diputada en Antofagasta TV.

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Reserva Nacional

Además de su cercanía a centros urbanos, el proyecto minero se encuentra en la zona donde comienza la Reserva Nacional de La Chimba, creada para proteger un espacio representativo del ecosistema de desierto costero.

Un proyecto iniciado en el 2017 para estudiar la biodiversidad del lugar, encontró 356 especies, muchas de ellas endémicas de la zona.

La Reserva además se creó para proteger una zona “afectada por una fuerte degradación de origen antrópico”, según indica Conaf, debido a la contaminación ambiental y la cercanía con el ex vertedero La Chimba, donde constantemente hay quemas ilegales que afectan la especial biodiversidad del lugar.

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