Este martes el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, o TPP-11 entro en vigencia en Chile y mientras las organizaciones sociales y ambientales del país reaccionaron con descontento, las industrias exportadoras valoraron su aprobación. Uno de los sectores que más celebró la iniciativa fue la salmonicultura.

El líder de la asociación gremial de empresas salmoneras, Salmon Chile, Arturo Clément, afirmó ante medios especializados que la industria del salmón celebra la entrada en vigencia del tratado. "En el caso de la salmonicultura en particular, el tratado otorga beneficios relevantes que mejoran el acceso a mercados importantes para nuestra actividad, como Japón, Vietnam, Malasia y México, además de permitirnos alcanzar nuevos destinos para nuestro producto, potenciando el crecimiento y la relevancia de nuestra actividad", afirmó.

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La directora ejecutiva del Consejo del Salmón, Loreto Seguel, también valoró la entrada en vigencia del acuerdo y la oportunidad que presenta para "mantener la competitividad, para acceder a nuevos mercados y aportar a que se siga desarrollando una economía próspera, mayores empleos y sobre todo, se potencie un mayor desarrollo para la macrozona sur de Chile, donde la salmonicultura es esencial", manifestó.

La expansión de la salmonicultura en las aguas del sur del país ha dejado de manifiesto los impactos ambientales de esta actividad, generada por escapes de salmones, uso de antibióticos, enfermedades y la falta de oxígeno que genera en el suelo marino, y que impide la existencia local de otras formas de vida marina.

A inicios de este año entró en vigencia una ley en Chile que multa a empresas por escape de salmones y les exige mayor transparencia sobre aspectos como el uso de antibióticos o las tasas de mortandad.

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